“No es tiempo de hablar de nombres sino hablar de programas, pues de no ser así parece que los que loan a sus propios postulados lo hagan por otros intereses que a mí se me escapan”.
Todos hemos asistido a la subasta de nombres que pululan para hacerse cargo de la dirección de Coalición Canaria en la isla de Lanzarote. Un ir y venir de nombres, todos válidos no cabe duda. Válidos en sus quehaceres cotidianos y desempeñando con mayor o menor pantalla mediática una labor decisiva.
Se ha hablado de muchos nombres, desde el poético y afectuoso “Migdalia me gusta”, de nuestro compañero Marci Acuña, así como la reafirmación que hizo Pedro San Ginés a ese artículo de opinión en posteriores declaraciones.
Ayer sin ir más lejos estuve presente en una reunión de café, en la que se cuestionaba la idoneidad de que nuestro compañero David Rocío de San Bartolomé tomara las riendas del partido, Olivia Duque en unas declaraciones a la Cadena Ser dejó entrever que también se postulaba para tal puesto, incluso algunos compañeros han mentado mi nombre como el sucesor de David de la Hoz. También se oye el nombre de Echedey Eugenio, actual consejero del Cabildo, o el de Samuel Martín de Arrecife, o el de nuestra actual consejera de Turismo, María Teresa Lorenzo, y muchos nombres más…
Se pone de manifiesto que existen multitud de personas válidas en nuestra formación para ocupar esa responsabilidad, la responsabilidad de timonear un barco que a todas luces, y a los resultados electorales me remito, está necesitado de fijar un nuevo rumbo para no ser arrastrado por el temporal que se vislumbra en el horizonte político regional.
Creo que la discusión es otra, y ese punto de inflexión lo defendió brillantemente nuestro compañero Miguel Ángel Jiménez, concejal de Economía y Hacienda en el municipio de Teguise, en unas declaraciones realizadas recientemente a un medio de comunicación. No puedo estar más de acuerdo con lo que defendían sus palabras que no era otra cosa que, antes de aclamar a nadie, deberíamos dejar de lado las filias y las fobias de este o aquel y escuchar antes de hablar.
No he tenido acceso a ningún programa y desconozco si lo hay de alguno de los candidatos que sutilmente se postulan como dirigentes en relación al futuro de nuestra formación política en la isla. Cuestiones de base como modificar nuestros estatutos para dar cabida o no a otras formaciones con las que tengamos intereses comunes, qué medidas impulsar para crear un nacionalismo cada vez más fuerte en nuestra isla acorde a los nuevos tiempos, qué línea debemos adoptar para conferir a Lanzarote en lo referente a sostenibilidad medioambiental para nuestro desarrollo insular y también en lo referente al turismo, qué posición adoptamos en lo referente al turismo vacacional que se nos viene arriba por un cada vez más nutrido grupo de los que nos visitan, qué patrones instalar para asegurar el bienestar y la cohesión social en nuestra tierra, qué modelos adoptar para innovar y crecer con el objetivo de mejorar como sociedad, de qué manera reivindicar nuestras necesidades en materia de Sanidad, desde los equipamientos necesarios que eviten tediosos desplazamientos hasta las injustas listas de espera en las que han llegado a morir pacientes, “esperando” a ser atendidos. Cómo arreglar o modificar el PRUG del Archipiélago Chinijo, que evita el lógico desarrollo de nuestra isla de La Graciosa y de La Caleta de Famara, pues sus habitantes no dejan de padecer con obligada resignación una discriminación territorial injusta a todas luces.
¿Y por qué no?, poner a disposición de nuestros ciudadanos mecanismos para la reprobación de determinadas políticas que vengan marcadas desde una visión global de Canarias para una ejecución local en Lanzarote.
En fin, no quiero hablar de nombres, quiero hablar de programas, pues de no ser así parece que los que loan a sus propios postulados lo hagan por otros intereses que a mí se me escapan.
Debemos reunirnos en el seno del partido y consensuar con programas para estos y otros temas de interés, y marcar una línea de trabajo clara que estoy seguro abundará en el objetivo de conseguir un partido más fuerte y mejor representado con el único interés de que la familia de los que conformamos Coalición Canaria, seamos dignos de representar y luchar por los intereses de nuestra tierra y nuestra gente, pues en ello va el destino de Lanzarote.
Ante lo expuesto he llegado a la conclusión, y no me cansaré de repetirlo, de que es indispensable un nuevo pensamiento político en esta dirección.
Esta posición no avala ninguna mala intención hacia nuestro partido, y con ello les aseguro que queremos y estamos dispuestos a colaborar en todos los ámbitos. Pero la colaboración debe basarse en la igualdad, la comprensión y en el avance mutuos.
En ocasiones, no sólo nos defrauda sino que también nos lleva a serias meditaciones el que nuestra tierra sea percibida en el resto de Canarias como un agresor, como una piedra en el zapato por las reiteradas demandas… Es lo que toca.
Como dijo un presidente europeo: “El tiempo corre y podemos perderlo. Hay que actuar. La situación no permite esperar el momento ideal: el diálogo amplio y constructivo es necesario hoy”.
Oswaldo Betancort
@OswaldoBetancor