El pasado 26 de abril asistí al hospital José Molina Orosa para realizarme una colonoscopia con sedación. En el momento que me llaman para realizar la prueba, y al observar que no estoy acompañada, me indican que no me harán la prueba a menos que alguna persona me acompañe. Les explico que anteriormente ya me había realizado la misma prueba sin necesidad de llevar acompañante. La respuesta fue que era imprescindible que viniera acompañada de alguien que pudiera hacerse cargo de mi vigilancia y cuidado hasta que se pasasen los efectos de la sedación o el médico podría negarse a hacerla. La otra opción sería hacer la colonoscopia sin sedación.

Ante el riesgo de perder la cita después de cuatro meses de espera, me vi en la obligación de llamar a una persona para que viniese a acompañarme para hacer las labores que deberían corresponder a un profesional.

Yo tuve la “suerte” de tener a una buena amiga que hizo el esfuerzo para venir a acompañarme pero me pregunto qué pasará con las personas que no tienen a quien recurrir en estos casos. Sin duda, es un abuso por parte del Servicio de Salud del Gobierno de Canarias, que cada vez hace más recortes de personal y traslada la responsabilidad del funcionamiento de los hospitales a los propios pacientes.

Cada vez es más evidente que este Gobierno, con el Consejero de Sanidad, José Manuel Baltar a la cabeza, apuesta por el fomento de la sanidad privada en detrimento de la sanidad pública. Se nota, y mucho, que el Señor Baltar fue vicepresidente de la patronal de la sanidad privada. ¿Qué pretenden? ¿Qué cada uno lleve su enfermera particular?

Marina París Figueiras