Según el informe de la Fiscalía, "con este 'favor' realmente pagaba algo más que la nómina, enmascaraba un trato de privilegio y favor". Más aún, el empresario supuestamente quería "procurarse una ventaja negociadora en los procesos que tenía en el intento de legalizar la situación de sus complejos hoteleros", en clara referencia a la situación de ilegalidad del Hotel "Princesa Yaiza".

Javier Ródenas expone que Dimas Martín debía demostrar ante Instituciones Penitenciarias que "se encontraba apto para desarrollar una vida laboral apartada del delito", como paso previo a la obtención del Tercer Grado carcelario. Sin embargo, "no sólo no dejó de delinquir, sino que la propia firma del contrato ya era en sí misma delictiva, pues ambos acusados  eran plenamente conscientes de que Dimas no iba a desempeñar ni desempeñó actividad laboral alguna para Juan Francisco Rosa".

- 2 "contratos" a Dimas

Según se desprende de la investigación, Rosa firmó 2 contratos de trabajo a Martín (a través de Galerías Rosa): en diciembre de 2007 con la función de "encargado general"; y en diciembre de 2008 con el puesto de "auxiliar administrativo en el sector del comercio del mueble". Circunstancias que según la Fiscalía Anticorrupción, fueron "un ardid, una falacia a Instituciones Penitenciarias, para obtener, por medio de un contrato apócrifo, un derecho que no le correspondía, pues no hay mayor conciencia de no rehabilitación que el que piensa en delinquir para lograr el tercer grado".