Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario
Colonialistas en acción. El régimen monárquico y colonial español, representado por Felipe VI de España y nada de Canarias, pretende perpetuarse en el poder del caduco y desmembrado imperio que, para vergüenza y oprobio de la humanidad entera, el próximo 12 de octubre volverá a celebrar el genocidio del pueblo canario y los hermanos pueblos americanos en la denominada “fiesta de la raza”, “del Pilar” o “fiesta nacional”.
La santísima trinidad. El régimen cuenta con un entramado burocrático del que forman parte el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial que, literalmente a semejanza del Espíritu Santo, actúan como tres dictaduras distintas en una sóla dictadura verdadera, lo que en definitiva significa que en el Estado español no existe separación de poderes, al contrario, el mal denominado poder judicial es nombrado por los poderes legislativo y ejecutivo, incluyendo en este a la Jefatura del Estado, encabezada por el monarca Felipe VI que heredó el reino del antepenúltimo dictador, Francisco Franco, al que siguió el padre del actual monarca, Juan Carlos I de España y tampoco nada de Canarias, que ejerció el cargo más años que el mismísimo Franco.
Un tribunal al servicio del borbonato. El tribunal constitucional se compone de 12 miembros nombrados por el rey. De acuerdo con el artículo 159 de la constitución española el Senado, por mayoría de tres quintos de sus miembros, propone al rey cuatro miembros del tribunal constitucional, Senado en el que los conservadores del Partido Popular tienen mayoría absoluta por segunda legislatura consecutiva. El congreso, igualmente por mayoría de tres quintos de sus miembros, propone, también al rey, como no, otros cuatro miembros del tribunal constitucional. El gobierno propone dos miembros y el Consejo General del Poder Judicial otros dos. El nombramiento es, en teoría, por nueve años pero, en función de la afinidad de sus miembros con el PPSOE, pueden perpetuarse eternamente, por ejemplo, por falta de acuerdo entre ambos. C’s y los podemitas no cuentan por ahora ¡Ya están nombrados!
En el año 2015, después de la convocatoria del 9N en Catalunya, el PP presentó, por procedimiento de urgencia y con tramitación de lectura única, mecanismo que el propio tribunal ha negado a la Generalitat, emanada además del partido que sostiene al gobierno, el PP, y no como proyecto del Ley del Gobierno, con lo que evitó que el texto fuera sometido al Consejo de Estado y a otros órganos consultivos, una proposición de Ley Orgánica “para la ejecución de las resoluciones del tribunal constitucional”, que introduce el artículo 82.4.b, en virtud del cual si “las instituciones, autoridades, empleados públicos o particulares”, en el plazo que se les fije, incumplen total o parcialmente las resoluciones del tribunal constitucional, este podrá acordar: “la suspensión en sus funciones de las autoridades o empleados públicos de la administración responsables del incumplimiento”, lo que convierte aún más, si ello fuera posible, al constitucional en un ejecutor al servicio del Gobierno, pues, según los catedráticos de Derecho Constitucional Cámara y Montilla, se introducen “nuevos mecanismo de coerción aplicables contra poderes autonómicos por un órgano distinto, el tribunal constitucional, al previsto en la constitución, el Gobierno, previa aprobación por mayoría absoluta del Senado (artículo 155 de la constitución).
Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consideró que con esa reforma “Mariano Rajoy legisla para la extrema derecha de su partido” (actualmente cabalgan juntos nuevamente), Artur Mas afirmó que “se carga el Estado de Derecho” (como si alguna vez hubiese existido en el caduco régimen medieval español), llevando “incorporada la música de la Inquisición”, suponiendo un retroceso a los años 30, en clara alusión al nazismo alemán y al fascismo italiano.
La guerra, la conquista, el hambre y la muerte, exégesis de los jinetes del Apocalipsis. Mediante la Cruz y la espada los reyes mal llamados católicos iniciaron la génesis de un imperio que, entre otras atrocidades, ha sometido al pueblo de las islas Canarias desde el primer asentamiento del colonialismo en el Rubicón, Lanzarote, en el año 1402 hasta la actualidad, arruinando nuestra cultura, incluido nuestro ancestral idioma, el wanche, e imponiendo las depravadas costumbres de los conquistadores, conquista que, afortunadamente, aún no ha finalizado dado que todavía hay rebeldía. En la Península Ibérica sometieron a las naciones de Catalunya, Euzcady, Galitzia, Al Andaluz, Portugal, etc. Otro tanto ocurrió en América, el continente africano y Oceanía, territorios en los que impusieron sus leyes, siempre al servicio del saqueo y la explotación económica, la esterilización cultural y el sometimiento militar.
En el acto de apertura del denominado año judicial español, el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lemes, manifestó que “Los jueces ampararán a los encargados de hace cumplir la ley en cualquier parte del territorio nacional”, sin especificar que entiende por nación y sin clarificar a que legislación se refiere, si al represivo ordenamiento jurídico interno español o al ordenamiento jurídico internacional, al que está sometido el ordenamiento jurídico interno desde que España ha suscrito los tratados internacionales, que incluyen La Corte Penal Internacional, el Tribunal de Justicia de La Haya, El Tribunal Internacional del Mar, todos ellos de las Naciones Unidas y que definen al colonialismo como una lacra y lo condenan por crímenes de lesa humanidad, que no prescriben, citándose expresamente la Resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas sobre la concesión de la Independencia a los países y pueblos coloniales.
Como un misterio han querido plantear los portavoces del PP lo que han denominado la estrategia del Gobierno ante el 1-O como si en ello hubiera misterio alguno: represión, represión y represión ¿O alguien espera otra cosa? Pero existe un antídoto que le hace temblar la bota represora al colonialismo ¡la fuerza del pueblo en las calles! En esta ocasión hacemos un llamamiento, no solamente al pueblo de Catalunya, sino a todos los demócratas tanto de los hermanos pueblos del Estado español como a los brigadistas internacionales, contra el fascismo y en defensa de la democracia, especialmente llamamos al pueblo canario a solidarizarse con el pueblo catalán en defensa de nuestras comunes aspiraciones libertarias, dirigiéndonos una vez más a las organizaciones sociales, culturales, sindicales, políticas, etc., de Canarias para proceder a la proclamación de la República Democrática Federal Canaria el próximo 12 de marzo de 2018, coincidiendo con el 32 aniversario de nuestra democrática victoria en el glorioso Referéndum mediante el cual el pueblo canario rechazó de forma abrumadora su contundente rechazo a integrarse en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la que, sin embargo, se integró España.