El grupo Podemos en el Cabildo de Lanzarote denuncia la nueva vinculación de los Centros Turísticos con la corrupción tras saberse que la empresa consultora Deloitte, que presentó un informe recientemente alabando la buena marcha de los CACT y por el que cobró de la EPEL 35.000 euros, se encuentra imputada en el caso Bankia precisamente por maquillar los informes de la entidad financiera, tal como publicó la semana pasada eldiario.es.
Según este medio digital, “un representante legal de la auditora [Deloitte] y Francisco Celma (el auditor) declararon como investigados (la actual figura del imputado) ante el juez del caso Bankia el pasado junio. Lo hicieron a petición de la acusación popular, que ejerce la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), y el colectivo 15MpaRato. Estos consideran que Deloitte participó en el desastre de la entidad al avalar el maquillaje de las cuentas de Bankia que realizaron Rodrigo Rato y su equipo para poder salir a bolsa, según los peritos del caso”.
Esta es la tercera vez en pocos meses que el nombre de los Centros Turísticos se ve salpicado por presuntos casos de corrupción. Primero, con el vínculo establecido por los CACT con el mecenas alemán Helge Achembach, promotor del museo submarino de Playa Blanca y condenado por estafa en Alemania a pagar 19 millones de euros. Segundo, con los contratos suscritos entre el consejero delegado de los Centros, José Juan Lorenzo, y su primo Rafael Lasso, para alquilar dos locales del puerto deportivo Marina Rubicón, además de los casos de puertas giratorias denunciados previamente por Podemos. Y en esta tercera ocasión, pagando 35.000 euros a la empresa Deloitte, investigada por la Justicia, por la elaboración un informe para darse autobombo y justificar con datos subjetivos la mediocre gestión de los Centros de Arte, Cultura y Turismo.
Desde el grupo Podemos entendemos que los Centros Turísticos no se merecen el trato que están recibiendo por parte del actual grupo de gobierno. No ya por la deficiente conservación de los propios centros, que en los últimos meses han causado varios accidentes y robos, ni por la banalización de los espacios, alquilados para celebrar bodas sin control alguno del evento, como si fueran teleclubs, sino que nuevamente se pone de manifiesto la tendencia a crear vínculos con empresas y personas salpicadas por casos de corrupción.
A la visión puramente mercantilista con que están siendo gestionados los Centros Turísticos se unen las amistades peligrosas establecidas por la actual dirección de los CACT, que ensucian el nombre de la EPEL y del propio Cabildo de Lanzarote y que arrojan serias dudas sobre la utilización de dinero público con el único fin de maquillar las cuentas de resultados y su propia gestión.