JOSÉ TORRES FUENTES - PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO, INDUSTRIA Y NAVEGACIÓN DE LANZAROTE
Decía César Manrique que “un pueblo sin educación, está condenado a la ruina”. También John F. Kennedy vinculó el desarrollo de un pueblo al de su educación, proclamando la necesidad de que ambos debían avanzar en paralelo para conseguir buenos resultados.
Han sido muchos los personajes ilustres que se han manifestado acerca de este concepto, que transforma a las personas y a las sociedades. De todos es sabida la importancia que tiene la Educación y la Formación de las personas para buscar recursos y crear otros nuevos. Sin embargo, parece que “interesa” que en Lanzarote sigamos con una educación primitiva, que nos impida descubrir la ruta hacia la diversificación económica. Y es que llevamos años intentando trazar esa senda complementaria al sector del Turismo, donde no cabemos todos. Un modelo que permita, de paso, enriquecer el valor de la isla, de sus habitantes y de quienes la visitan, al tiempo que logramos atajar el desempleo.
Las altas tasas de paro en Lanzarote suenan como un grito en mitad del desierto, se escuchan, pero no llegan. Es evidente que se necesita proveer a la isla de formación específica para actividades y sectores que no pueden desarrollarse porque no existen profesionales que aprovechen las oportunidades del mercado, respondan a las necesidades de las empresas y lideren el cambio hacia una transformación del empleo.
Los Centros Integrados de Formación Profesional (CIFP) se crean para dar respuesta a las demandas de formación que la sociedad moderna del siglo XXI requiere y para las que el tejido empresarial garantiza una salida profesional actualizada. Estos centros ofertan las opciones formativas que conducen a la obtención de títulos de FP y de los certificados de profesionalidad. Además de acreditarte como técnico titulado y de abrir el acceso a estudios con titulación de grado.
En Canarias existen siete centros (CIFP), tres en la isla de Tenerife: “Los Gladiolos”, “Las Indias” y “César Manrique” (tiene guasa la cosa); tres en Gran Canaria: “Cruz de Piedra”, “San Cristobal” y “Villa de Agüimes”; uno en Fuerteventura: “CIFP Majada Marcial”, aunque actualmente se está solicitando un segundo centro de estas características para Gran Tarajal. El noveno centro, en construcción, es el de La Palma, que está próximo a su apertura. Lo que significa que, en breve, existirán nueve centros de estas características en Canarias y ninguno de ellos está en Lanzarote.
No sabemos si esto revela una aguda falta de visión por parte de los órganos competentes, responsables desde hace algo más de una década, o se trata de una actitud intencionada para convertir a Lanzarote en la isla proveedora de trabajadores para los servicios básicos. Una fábrica de peones sin formación más parecida a un ejército de clones que a una sociedad moderna del siglo XXI. Queremos pensar que no es esa la razón.
La cuestión es que Lanzarote sufre un gravísimo retroceso en la oferta educativa. No contamos con oferta universitaria, aunque entendemos que no puede existir un campus universitario en cada isla, por eso mismo tenemos que ser capaces de ofrecer alternativas formativas como los Centros Integrados de Formación Profesional con los que llevamos un retraso vergonzoso.
La isla viene solicitando un centro de estas características desde hace casi una década, desafiando todo tipo de excusas. Hoy ya no existen excusas, todos los impedimentos se han superado, ahora sólo es cuestión de voluntad. Tiene y debe ser una realidad para el curso 2016-2017. Existen varios acuerdos plenarios del Cabildo, aprobados por unanimidad en los últimos años, para que el IES Zonzamas se convierta en Centro Integrado, existe presupuesto y existen las instalaciones. Todos los agentes sociales, empresariales y políticos están reclamando ese CIFP, luego si no se hace es porque no se quiere, esto tiene que quedar claro. Somos lo que hacemos, no lo que decimos, y Lanzarote quiere ser algo más que una fábrica de clones.