la verdad de lanzarote | 08-diciembre-2012
MANUEL ZANATA: Leyendo un escrito actual del Padre Báez de la isla de Tamarant me vinieron a la memoria viejos recuerdos del bellísimo paisaje del Barranco de Guiniguada, el histórico barranco que desemboca en la ciudad de Las Palmas y la divide en dos, Vegueta y Triana. Aún recuerdo las tres acequias por cuyo cauce circulaba el agua que vertían a diferentes estanques que a su vez almacenaban el agua para el riego de los diferentes cultivos de plataneras que se encontraban a ambas márgenes del barranco y que antaño hasta posterior a la conquista discurría y desembocaba en un palmeral cuyos restos aún se veían en las faldas del barrio de San Nicolás de Bari junto a su desembocadura.