De manera, supuestamente, espontánea y organizada, durante la investidura del cuarentaicincoavo Presidente de los Estados Unidos, Mr. Trump, fueron convocadas “vía redes sociales”, marchas de mujeres, con respuestas multitudinarias, principalmente en Washington (EE.UU.); así mismo, otras ciudades de diferentes países se adhirieron a la iniciativa, que se ha venido en denominar “Marcha de Mujeres (WomensMarch)”, pues no aceptan el resultado electoral emitido democráticamente por los ciudadanos norteamericanos; ciudadanos, que, con sus votos, han permitido alcanzar la presidencia de los EE.UU., a Mr. Trump. Cosa, que, visto lo visto, parte de la ciudadanía no acepta, por más democrática que haya sido la elección.
La difusión de dicha protesta, sorprendente sobremanera, abre una serie de cuestionamientos, por la forma y éxito de la convocatoria de la “Marcha de Mujeres (WomensMarch)”; por cierto, todo hay que decirlo, acompañada de incidentes o actos de corte vandálico protagonizados por parte de grupos de incontrolados o ¿asalariados?; este tipo de reacciones, a cualquier investigador neutral, deberían hacerle reflexionar y, entre otras muchas, plantearse las siguientes preguntas:
- ¿Quién o quiénes están detrás de tal convocatoria?
- ¿Por qué tanta premura en desacreditar a un Presidente, que aún no ha comenzado su labor?
- ¿Por qué anteriormente, esas mismas buenas personas, nunca convocaron marchas o manifestaciones contra la política injerencista de precedentes gabinetes presidenciales (Iraq, Afganistán, Libia, Siria, etc.)?
Es acertado señalar que Mr. Trump representa la solución, para una inmensa mayoría de ciudadanos norteamericanos, ciudadanos (trabajadores, clase media, agricultores, etc.), que durante décadas se han visto olvidados por sus gobernantes; ciudadanos que han votado, libre y democráticamente, en favor de la política que representa Mr. Trump; así mismo, supone una esperanza para grandes grupos de otros muchos ciudadanos del resto del mundo occidental.
Resulta evidente, supongo, que a los perdedores deba resultarles extremadamente curioso que, ahora, cuando un Presidente por vez primera, en mucho tiempo, se atreve a expresar públicamente lo que millones de ciudadanos norteamericanos y otros muchos del resto del mundo occidental pensamos, acerca del desastre que ha supuesto la implantación del sistema neoliberal capitalista; especialmente auspiciadas, con las políticas económicas promovidas por parte de los gobiernos presididos por Ronald Reagan (EE.UU. - 1980) y Margaret Thatcher (Gran Bretaña - 1979); políticas que, paulatinamente, han venido entregado, de una u otra manera, el poder de la soberanía de los estados nacionales, a manos de las grandes corporaciones transnacionales del capital, es decir, mediante acuerdos transnacionales de comercio, privatizaciones, con la consecuente destrucción del Estado de Bienestar (EB) alcanzado una vez finalizada la II GM; ello, ha terminado por destruir, allá donde se ha instalado, la economía y soberanía representada por el modelo del Estado-Nación.
Ante el cambio de modelo político, que representa el nuevo gabinete liderado por Mr. D. Trump, como el 45 Presidente de los EE.UU. de Norteamérica, uno de los Países más poderoso del planeta; no resulta nada extraño, que el “Establishment” se sienta amenazado y, por lo tanto, reticente al cambio de un modelo de una sociedad, que creían o consideraban ya plenamente consolidado y/o a su medida; nos referimos al modelo globalizante instituido por las grandes corporaciones transnacionales del gran capital, imbuidas de las perniciosas teorías económicas neoliberales, que tanto mal han causado a la humanidad allá donde se han venido imponiéndose.
En este sentido; hay que mencionar, que se están conociendo unas supuestas conexiones de las “WomensMarch”, con una cincuentena de organizaciones relacionadas, presuntamente, con sectores muy poderosos y cercanos al mundo neoliberal transnacional de las finanzas; por todas, véase la noticia publicada el 23 de enero de 2017, por el digital informativo “actualidad.rt.com / (ANO) TV-Novosti”, haciéndose eco de las declaraciones vertidas por la norteamericana y ex reportera del Wall Street Journal, Asra Nomani. (1)
Dicho lo anterior; deberíamos preguntarnos, ¿dónde estaban las buenas personas que se movilizan a través de iniciativas como la “Marcha de la Mujer”, cuando se asolaban países soberanos, entre otros, por ejemplo los casos de Libia, o el actual de Siria?; ¿Dónde estaban cuando se alegraba una miembro del gabinete presidencial anterior del vil y bárbaro asesinato de un presidente (Gadafi) a manos de salvajes y bárbaros mercenarios; o de la muerte y violaciones de miles de ciudadanos libios?; ¿Dónde estaban cuando se expolian los países sudamericanos?; podríamos seguir con un sinfín de preguntas en la misma línea, pero los ejemplos expuestos, resultan más que suficientes para demostrar la extrañeza.
Por otra parte; conviene mencionar que el equipo presidencial, liderado por Mr. Trump, representa un fenómeno mundial, lo que nadie puede cuestionarse; ahora bien, por el momento resulta imprevisible, pero los pasos al desmontaje del poder representado por Wall Street y la City Londinense, están iniciados con la salida del Acuerdo de Asociación Transpacífico (Trans-Pacific Partnertship “TPP” por sus siglas en inglés). Al respecto, recomiendo la lectura del artículo expuesto en “LAROUCHE/PAC”, El nuevo orden económico mundial, publicado el 23 de enero de 2017 (2)
Al respecto de la cuestión electoral USA; convendría recordar el polémico y excepcional caso, suscitado durante las elecciones presidenciales del año 2000; en dicha ocasión, el Tribunal Supremo de Florida decidiría el recuento de los votos. Siguiendo la cronología de los hechos: El viernes 8 de diciembre de 2000, La Corte Suprema del Estado de Florida, increíblemente, por vez primera en la historia de las elecciones norteamericanas admitiría el recurso interpuesto por los demócratas, obligando al recuento de unos quince mil (15.000) boletos rechazados por las maquinas, que no fueron permitidos escrutar manualmente en Miami-Dade; así como otros miles correspondientes a diferentes condados. Así mismo, la Corte Suprema de Florida rechazaría anular unos 25.000 votos provenientes del exterior (3). Hay que resaltar, que el candidato demócrata Al Gore sería derrotado, en esa ocasión, frente al candidato republicano George W. Bush, apenas por unos 154 votos. El caso levantó una gran controversia tanto en los EE.UU., como en otras muchas partes del mundo; sin embargo, no se promovieron concentraciones, marchas, ni manifestaciones masivas de ningún tipo contra la forma de obtener la presidencia; pese a las críticas suscitadas (4); en tal ocasión, podemos afirmar, los ciudadanos norteamericanos acataron democráticamente el resultado, pese a lo polémica en torno a las mismas; cosa bien diferente de lo que, diecisiete años después, viene fraguándose contra el actual Presidente de los EE.UU. de Norteamérica. ¿Qué ha cambiado en esta ocasión; por qué muchos no terminan de acatar el resultado obtenido, respetando las reglas del juego limpio (fair play) democrático?
“…John F. Kennedy según el cual, aunque preferiríamos regímenes democráticos decentes, si hay que elegir entre un Trujillo y un Castro, elegiremos al Trujillo. Sólo es necesario añadir tres puntos: 1) el concepto de “un Castro” es muy amplio y se extiende a todo el que plantea problemas a los “hombres ricos que viven en paz en sus moradas”, quienes han de gobernar el mundo, según el aforismo de Churchill, disfrutando , al mismo tiempo , de los beneficios de sus recursos humanos y materiales; 2) el “Trujillo”, por monstruoso que sea, será un “moderado” mientras cumpla con su función; 3) el “Trujillo” pasará rápidamente de ser un amigo favorecido a una bestia que hayt que destruir si muestra la insensatez de pisanos los callos. Esta historia ha sido representada una y otra vez hasta nuestros días. Saddam Housein no es más que el ejemplo más reciente.” (Noam Chomsky, El miedo a la democracia – Págs. 70 y 71).
“En la práctica, la ética capitalista amenaza a la libertad como mercancía…” (Misma obra, Pág. 160)
Reflexión final; podríamos resumirla en forma de pregunta, la cual englobaría todas aquellas otras que pudieran plantearse acerca del tema aquí expuesto: ¿Por qué ahora, y nunca antes, tanto movimiento contra un Presidente Norteamericano? El atento lector, podrá entresacar su propia opinión.
Juan F. Ramírez Sánchez (Abogado, Analista Político e Investigador)
La presente exposición ofrecida “ut supra”, se ampara en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Adoptada y proclamada por la Resolución de la Asamblea General 217 A (iii), del 10 de diciembre de 1948; concretamente, conforme a lo establecido en su Art. 19: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
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Documentales recomendados:
- Estados Unidos a la conquista del Este (États-Unis: à la conquête de l'Est), Director: Manon Loizeu, Marc Berdugo, Francia – 2005
- Instituto Tavistock (Desde la sombra – Daniel Estulin / RT: TV-NOVOSTI 2013)
Bibliografía recomendada:
- CHOMSKY, Noam, “El miedo a la democracia”, Critica, Barcelona, 2001
- Denis Jeambar y Yves Roucaute, “Elogio de la traición. Sobre el arte de gobernar por medio de la negación”, Editorial Gedisa, S.A., Barcelona, 2008
- STIGLITZ, Joseph E., “Ek orecui de ka desugyakdad – El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita”, Peguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., Barcelona 2012
- Instituto Tavistock (Biblioteca de Pleyades – Internet)
Citas utilizadas:
- https://actualidad.rt.com/actualidad/229225-vinculos-womens-march-soros-protestas-trump
- https://es.larouchepac.com/es/20170123-0
- http://www.bbc.co.uk/spanish/especiales/eeuu/news001214fotos.shtml
- Red Voltaire (Elecciones USA entre George Bush y Al Gore, por Isaac Hernández – enero 2003):
- http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:32001L0029
- http://curia.europa.eu/juris/document/document.jsf;jsessionid=9ea7d2dc30dc725c61ef65cd4da080b2f9026710993a.e34KaxiLc3qMb40Rch0SaxuMbNz0?text=&docid=147847&pageIndex=0&doclang=ES&mode=lst&dir=&occ=first&part=1&cid=16490