Introducción. La corrupción, desafortunadamente, no es algo nuevo ni exclusivo de unos u otros pueblos y/o naciones; más bien, podríamos afirmar, se trata de la herencia genética y por tanto consustancial del humano cual remora histórica propia de los que hacen ostentación de cualquier clase de poder por insignificante que fuere aquél; por consiguiente, podremos encontrar la corrupción tanto en instituciones o empresas públicas o privadas, así como en cualquier estrato de las sociedades civiles o políticas, del pasado como del presente. Ello, sólo se erradicaría, parcialmente, con un sistema educativo de valores y principios morales o virtuosidad, es decir, mediante la recuperación de una educación sustentada en la ética o virtud, es decir, paideía en la areté que dirían los griegos; así, por más que se quiera negar la democracia no es otra cosa que el egoísmo o adoración de muchos a Pluto (dios de las riquezas); por consiguiente, la democracia (sistema menos malo; por tanto, es malo con independencia del nivel de su maldad) no es más que un trampantojo urdido por los plutócratas para domeñar a ingenuos y crédulos. En consecuencia, la corrupción, no es cuestión de izquierdas o derechas pues, por más extraño que parezca, en la praxis no existen; consecuentemente, la corrupción es una cuestión connatural del ser humano per se; independientemente de sus gradaciones en más o en menos.
“Nada es tan peligroso como la influencia de los intereses privados en los negocios públicos, pues hasta el abuso de las leyes por parte del gobierno es menos nocivo que la corrupción del legislador, consecuencia fatal de intereses particulares, pues estando el Estado alterado en su sustancia, toda reforma resulta imposible.” [ROUSSEAU, Jean Jaques, “El Contrato Social”, SARPE, Madrid, 1983 (pág. 109)]
“Los poderes privados de la economía quieren vía franca para su conquista de grandes fortunas: que no haya legislación que les estorbe la marcha. Quieren hacer las leyes en su propio interés, y para ello utilizan la herramienta por ellos creada: la democracia, el partido pagado.” [SPENGLER, Oswald, “La decadencia de Occidente – T. II; Espasa Libros, S. L. U., Barcelona, 2013 (pág. 619)]
Entrando en materia. El Grupo Los Verdes – Alianza Libre Europea, con fecha 07 de diciembre de 2018, han publicado un Estudio sobre el problema de la corrupción existente en la UE, bajo el título: “Los Costes de la Corrupción alrededor de la Unión Europea” (The cost of corruption across European Union) [1]; dicho Estudio, concluye que las últimas estimaciones sobre el coste de la corrupción en toda la Unión Europea (UE), sitúan la pérdida del Producto Interior Bruto (PIB) como resultado de la misma, oscila entre 179.000 mil millones de € y 950 mil millones de € cada año. Por razones obvias, circunscribimos nuestra exposición al caso de España; tal como destacan las páginas 56 y 57, del Estudio ya mencionado; supone un duro golpe al PIB español de más de 90 mil millones de €, que se pierden anualmente en España debido a la corrupción; alcanzando casi el 8% del PIB. A continuación, tras traducir dichas páginas, extractamos lo referido (s.e.u.o.) respecto al coste de la corrupción en España:
“EL IMPACTO DE LA CORRUPCIÓN EN LAS POLÍTICAS SOCIALES. Los 90.000 millones de euro, también suponen más de 4 veces el tamaño de todo el presupuesto anual destinado al desempleo (alrededor de 19.600 millones de euro). Cifra que supone más del 90% del presupuesto sanitario total (98.500 millones de euro al año) y equivale a alrededor del 88% del gasto en las personas mayores (alrededor de 102.500 millones de euros). Los 90.000 millones de euro perdidos por la corrupción en España son más de 6 veces mayores que el conjunto del Presupuesto anual de policía (13.500 millones de euro). Asimismo, supone más de 52 veces el tamaño del presupuesto para el servicio de bomberos (1.700 millones de euro). Es casi 295 veces mayor que la cantidad gastada por el Gobierno en el presupuesto de vivienda (€ 307 millones de euro), y más de 11 veces el tamaño de todo el presupuesto para familia e hijos (7.900 millones de euro). El dinero perdido por la corrupción en España es más que 3 veces el presupuesto de enfermedad y discapacidad (26.600 millones de euro)
España gasta 43.000 millones de euro en educación, y más del doble de esta cantidad se pierde en corrupción cada año. De hecho, el dinero perdido por la corrupción es casi la mitad del presupuesto anual de gastos sociales.
EL CONTEXTO PARA LOS INDIVIDUOS. Los 90.000 millones de euro perdidos por la corrupción en España son suficientes para dar a más de 4 millones de personas en el país (alrededor del 9% de la población) el salario medio anual español (20.845 € netos en 2015; La tasa de desempleo de España fue del 15,9% en abril de 2018). ¿Cómo suena recibir 1.949 € al año gratis? Bueno, eso es lo que cada persona obtendría si el dinero perdido por la corrupción se distribuyera entre los españoles.
Si España pudiera gastar el dinero que pierde por la corrupción cada año, podría comprar más de 32 mil millones de barras de pan, que suponen 699 panes de 1 kg para cada persona en el país cada año. Es decir ¡1,9 kilos de pan por persona todos los días! Del mismo modo, con esta suma, se podrían comprar 22.9 mil millones de Big Mac, es decir, 493 por persona, cada año, aunque nunca recomendaríamos comer más de un Big Mac al día.
PERCEPCIONES DE CORRUPCIÓN EN ESPAÑA. Una encuesta de Eurostat de 2017 encontró que el 63% de los encuestados en España creía que el nivel de La corrupción había empeorado en los 3 años anteriores, mientras que el 29% creía que el nivel se había mantenido igual. Sólo el 5% creía que el nivel de corrupción había disminuido. De hecho, el 94% cree que la corrupción está muy extendida en el país; y el 75% cree en la corrupción es parte de la cultura empresarial del país. El 10% de los encuestados dicen que conocen personalmente Alguien que acepta o ha aceptado sobornos. El 83% de los encuestados considera inaceptable la corrupción.”
CONCLUSIÓN: Tras lo extractado, ut supra, sobra decir que las cosas han variado poco e incluso, en algunos casos, vaya a peor, si ello fuere posible; a título de ejemplo, por todos, véase el recién mediático caso surgido en el seno de la propia UE (Parlamento), es decir, el denominado QATARGATE, originado el 29 de enero de 2013, y, destapado gracias al trabajo periodístico de investigación expuesto en la revista francesa France Football, la cual publicó en primera plana, con el título de Mundial 2022 le QATARGATE, realizado por los periodistas franceses Philippe Auclair y Eric Champel. [2] En fin, no es sólo la UE; nada nuevo bajo el Sol “Nihil novum sub sole”
Juan F. Ramírez (Analista Político e Investigador Jurídico)
Bibliografía recomendada:
BENOIST, Alain, “Más allá de la derecha y de la izquierda”, Áltera 2005, S.L., Barcelona (2010)
BOBBIO, Norberto, “derecha e izquierda”, Santillana, S.A., Taurus, Madrid (1995)
COLOMER, Josep M., “El arte de la manipulación política”, Ed. Anagrama, S.A., Barcelona (1990)
FRATTINI ALONSO, Eric, “ONU – Historia de la corrupción”, Atanor Ediciones, S. L., Madrid (2011)
JEAMBAR, Denis y ROUCAUTE, Yves, “Elogio de la traición”, Gedisa, Barcelona (3ª edición, octubre 2008)
MONDE (LE) DIPLOMATIQUE, “Geopolítica del caos”, E. Debate, S.A., Madrid (1999)
MONTERO, Daniel, “LA CASTA”, La Esfera de los Libros, S.L., Madrid (2009)
ROUSSEAU, Jean Jaques, “El Contrato Social”, SARPE, Madrid (1983)
SPENGLER, Oswald, “La decadencia de Occidente – T. I y II; Espasa Libros, S. L. U., Barcelona (2013)
PELICULA: La confusión de la izquierda con la derecha y de la derecha con la izquierda, podemos verla escenificada en la película del director francés Eric Rohmer: “El árbol, el alcalde y la mediateca” (1993)
Citas. Ultima consulta Internet 20/04/2023:
[1] https://www.greens-efa.eu/files/doc/docs/e46449daadbfebc325a0b408bbf5ab1d.pdf