El pasado 26 de noviembre de 2017 se celebraron elecciones en Honduras; a raíz de los resultados, han venido produciéndose revueltas populares contrarias al grupo que, teóricamente, obtendría la mayoría liderado por el candidato don Juan Orlando Hernández; sin embargo, el tratamiento mediático no ha sido el mismo, que se viene dando respecto de Venezuela; algunos, podrían argüir, es que el caso de Honduras no es tan grave como lo de Venezuela; probablemente, la cusa de tal afirmación esté en la forma del trato diferenciado a la hora de ofrecer la información masiva. En Honduras los acontecimientos, al menos desde 2009, vienen siendo muy preocupante; sin embargo, las predicas de maldad están centradas en el Gobierno de Venezuela; posiblemente la diferencia se encuentre delimitada según se esté pro o contra el “establishment”, impuesto por “aquellos” que, tras cortinas, manejan los hilos del poder.
Mientras los responsables de los diversos y diferentes medios de comunicación, se dedican a exponer las maldades, supuestamente, acontecidas en un país como Venezuela; por ejemplo, haciéndose eco de opiniones de algunos personajes que, sin rubor, públicamente piden la intervención extranjera de su País por razones humanitarias [1]; todo ello, simplemente, porque los actuales dirigentes venezolanos, legítimamente elegidos por sus conciudadanos, en comicios democráticos no se someten a las imposiciones externas, tendentes a expoliar los recursos naturales venezolanos; la actual dirigencia venezolana, no será mejor ni peor que sus predecesoras, pero han tenido la osadía y/o el arrojo de anteponer los intereses sociales de su pueblo, por encima de los exógenos y/o de extraños, no acatando los dictados de organismos y/o lobbies de presión, cuya labor es mediar en favor de los intereses tradicionales vacíos de sentido nacional; grupos sin rostro que, históricamente, durante décadas, han venido sirviendo a “ellos” las elites tradicionalmente dominantes en pro de las corporaciones transnacionales del capitalismo depredador satánico (que no del honrado y probo capital); mientras, por el contrario, otras clases dirigentes hondureñas han aceptado y acatado al amo externo (Satán); anteponiendo los intereses de seres extraños, por encima de los del pueblo hondureño; entonces, en este caso, nada empece que la democracia se vulnere pues, presuntamente, se impone la genuflexión y entrega de la soberanía nacional hondureña al albur, reiteremos, de los intereses de Corporatocracias o Corporocracias transnacionales del capitalismo extraño, ajeno al valor de lo nacional.
Los acontecimientos que están teniendo lugar en Honduras, tras unos más que dudosos resultados electorales, cuestionados por una gran parte de la población hondureña e internacional, hechos lamentablemente, reiterados en dicho país; de ahí a muchos analistas y expertos politólogos, no les resulte nada extraño ni sorprendente, hechos de tal naturaleza, y que se sucedan en muchos de los países del continente de América del Sur de manera reiterativa; concretamente, recordemos lo ocurrido en Honduras tras el golpe de Estado perpetrado el 28 de junio de 2009, contra el grupo presidido por don Manuel Zelaya, el cual se vio obligado a salir de su País; el atento lector podrá denotar las similitudes del caso del Sr. Zelaya (2009) y, salvando las lógicas diferencias, el de don Salvador Nasralla (2017); actualmente se están cometiendo atropellos contra una gran parte del pueblo hondureño en abierta violación de los derechos humanos; sin embargo los ciudadanos hondureños, pese la palmaria violación de los derechos humanos [2], a diferencia del caso venezolano, no han requerido intervención extranjera alguna.
A efectos de una mejor y más detallada información, sobre las elecciones celebradas en Honduras el pasado 26 de noviembre de 2017; cuestionados y reprobados los resultados, por gran parte de la población hondureña, tras considerar que se había producido un presunto fraude en el cómputo de los votos; véanse las citas: [3], [4] y [5]
Expuesto lo anterior, convendría plantear la siguiente cuestión: ¿Cómo respondería el “establishment”, ante hechos similares a los acontecidos en Honduras, en el caso de haberse dado en Venezuela? Cada lector entresacará su propia conclusión.
Así mismo, a modo de reflexión, convendría recordar los múltiples y tristes sucesos, en el tiempo, que han supuesto la injerencia de las corporaciones transnacionales del satánico capitalismo, para las poblaciones que los han sufrido: Guatemala, Nicaragua, Panamá, El Salvador, México, etc.; sin embargo, las maldades perpetradas contra tales poblaciones no tienen o reciben el mismo trato mediático, que en el caso de la malísima Venezuela.
“Los poderes privados de la economía quieren vía franca par su conquista de grandes fortunas: que no haya legislación que les estorbe la marcha. Quieren hacer las leyes en su propio interés, y para ello utilizan la herramienta por ellos creada: la democracia, el partido pagado.” O. Spengler, obra citada, (pág. 619)
“En 1998 el patrimonio de las 200 personas más ricas del mundo era superior al 41% de la población mundial.” William I. Robinson, (Pág. 197)
Una constante en la historia de la humanidad: La crédula gente ha estado, y continúa, al mandado de unos pocos que manejan las fuentes del poder y la riqueza, es decir, los auténticos amos del Planeta. Ellos, las elites dominantes, hacen creer a los demás que existen bandos enfrentados, cuando realmente no es más que la praxis estratégica de la vieja fórmula dominadora: “Divide et impera” (divide y vencerás). Hoy el sistema se disfraza de voto y pueblo soberano; la realidad: soberano en el momento de depositar un sobre en una urna (voto), y, a partir de ahí, devendrá sobrero.
Juan F. Ramírez (Abogado, Investigador y Analista Político)
CORPORATOCRACIA O CORPOROCRACIA: Dícese del gobierno de las corporaciones, es decir, se trata de la transferencia o entrega de la política a manos de los grandes poderes que manejan la economía y las finanzas en sentido acumulativo; tal cosa comenzó, con los procesos de privatizaciones de las empresas públicas produciéndose la descapitalización del Estado-nación; ello, basado en la errada política del “laissez faire” (dejar hacer), es decir, la libertad de los mercados; política equivocada que tanto mal causo en 1929 (gran depresión); la sociedad, sin embargo, ha vuelto a repetir los mismos males, tras adoptar, en la década de 1970, los postulados del economista de origen austriaco Friedrich August von Hayek, predicador de las bondades del lesivo libre mercado; Hayek, coetáneo del otro gran economista británico John Maynard Keynes, cuyos acertados postulados se basan en la intervención del Estado en la regulación de los mercados lo que salvaría a la economía de los EE.UU., al mismo tiempo que al resto de economías occidentales; hoy, el mundo olvidando las causas originadoras de los tristes sucesos de 1929, deja de lado las teorías del Keynesianismo, apostando por las erráticas de Hayek; imponiéndose la equivocada tesis de dejar la regulación de la economía y los servicios públicos a manos de los dictados de los mercados liderados por el capitalismo neoliberal, partidarios de la no intervención estatal; los cuales han terminado controlando, directa o indirectamente, los Estados-nación; más aún, decidiendo quién o quiénes habrán de dirigir la política; favoreciendo, sutil u hábilmente, la elección de gobiernos aptos o condescendientes, amoldables a los intereses de la Corporatocracia o Corporocracia. Situación gestada, tras la implantación del neoliberalismo iniciado en 1979; modelo personalizado en dos de sus personajes más destacados: Margaret Thatcher (Reino Unido) y Ronald Reagan (USA); logrando desmontar la política de recuperación que habían alcanzado los países europeos que fueron devastados por la terrible y dramática II Guerra Mundial (1939 -1945); instándose el “European Recovery Program” (Plan Marshall), el cual consistía en ayudar a la recuperación de los países europeos (Italia, Alemania, Francia, etc.), con el claro objetivo de impedir que el socialismo llegase a gobernar en dichos países. Una vez se hubo conseguido la destrucción de la URSS, con la imprescindible labor de zapa implementada por los propios dirigentes soviéticos (Brézhnev, Jrushchov, y finalmente Gorbachov “padre de la Perestroika” quien permitiría desmontar el Pacto de Varsovia sin exigir recíprocamente el desmantelamiento de la OTAN); simbolizándose el desmantelamiento de la URSS, con el derribo del Muro de Berlín (noviembre1989); socavado el socialismo soviético dejaría de preocupar al capitalismo; el estado de bienestar de los países de la Europa Occidental, dejaba de ser una prioridad para los planes expansionistas del neoliberalismo, resultando prescindible las políticas sociales; estrategia que se ha visto frenada, es decir, ha sufrido un impasse, gracias a las políticas implementada por V. Putin, al lograr que Rusia haya recuperado su peso en la balanza del poder mundial. Señalar la existencia de otros muros de la vergüenza (Sahara) de los que poco o nada se cuestiona.
AVISO LEGAL: El presente trabajo exposición, se ampara en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948; conforme establece su Artículo 19. “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” En consonancia, la Constitución Española (Art. 20).
VIDEOS DOCUMENTALES RELACIONADOS:
- ¿Qué Democracia?, Patricio Escobar, Artó Cine – Argentina, 2013: https://www.youtube.com/watch?v=kOMcMgV1no8
- Al Sur de la Frontera (título original: South Of The Border): Oliver Stone, USA, 2009
- La Ley de Herodes: Luis Estrada, México, Bandidos Films, 1999
- Memoria del saqueo: Fernando E. Solanas, Argentina, 2004
- El Orden Criminal del Mundo: RTVE-2 (En Portada) director: Juan Antonio Sacaluga, TVE, S.A., 2006
Bibliografía recomendada:
- CHOMSKY, Noam, “El miedo a la democracia”, Barcelona, Editorial Crítica, S. L., 2001
- CARDEÑOSA, Bruno, “El gobierno invisible. Think-tank. Los hilos que manejan el mundo”, Madrid, Espejo de Tinta, S.L., 2007
- GEORGE, Susan, “Informe Lugano”, Barcelona, Icaria editorial, s.a., 2010
- GEORGE, Susan, “Los usurpadores. Cómo las empresas transnacionales toman el poder”, Barcelona, Icaria editorial, s.a., 2015
- MAX-NEEF, Manfred y SMITH, Philip B., “La economía desenmascarada. Del poder y la codicia a la compasión y el bien común”, Barcelona, Icaria editorial, s.a., 2014
- PERKINS, John, “La Historia secreta del imperio americano. Gánsteres económicos, asesinos a sueldo y toda la verdad sobre la corrupción global”, Barcelona, Ediciones Urano, S.A., 2009
- ROBINSON, William I., “Una teoría sobre el capitalismo global. Producción, clase y Estado en un mundo transnacional”, México, Siglo XXI editores, s.a. de c.v., 2014
- SPENGLER, Oswald, “La decadencia de Occidente” (T II: 1922), Barcelona, Espasa Libros, S.L.U., 2015
- STIGLITZ, Joseph E., “El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita”, Barcelona, Peguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., 2015
Citas utilizadas:
[3] https://avispa.org/21318-2/
Nota: Los enlaces a las webs ofrecidas en el presente trabajo, han sido consultados en Internet los días 29, 30 y 31 de enero de 2018