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Juan Francisco Ramírez

La gran coalición (PP-PSOE), sí o sí.

Abogado, investigador y analista polítco

Juan Francisco Ramírez | 22 de diciembre de 2015

 

El pasado domingo 20 de diciembre de 2015, tuvieron lugar las Elecciones Generales de España; en dichos comicios, las urnas arrojaron unos resultados novedosos; no cabe duda, que el multicolor ha entrado de plano en el habitáculo de la Cámara Baja, es decir, el Congreso de los Diputados de España. Tras lo expuesto, convendría señalar los hechos más sobresalientes de tan magno evento.

La primera nota a destacar, incuestionablemente, se refiere a la desaparición de las instituciones del partido político UPyD, de doña Rosa Díaz; lo cual, tuve la oportunidad de pronosticar hace muchos meses atrás, en un análisis político efectuado a través de una emisora de radio local.

Otra nota de importancia; está referida al indubitado ascenso de la formación violeta o malva, liderada por don Pablo Iglesias (PODEMOS junto a la suma de otros grupos políticos localistas); convirtiéndose, con rotundidad en la tercera fuerza política del País, tras haber conseguido, la suma de dicha coalición de partidos, un total de sesenta y nueve escaños (69).

Igualmente conviene destacar la presencia en el Congreso del partido naranja, liderado por don Albert Rivera; habiendo logrado la estimable cifra de cuarenta escaños (40).

Finalmente; no por menos reconocido, conviene destacar la necesidad de reformar la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, amparada por un sistema injusto (Ley D´Hondt); dicho sistema de reparto de escaños, ha terminado noqueando a IU, liderado por don Alberto Garzón; partido político a nivel nacional, que obtuvo novecientos veintitrés mil ciento treinta y tres votos (923.133), alcanzando únicamente dos escaños; mientras, “Compromis-Podemos-És el moment” con seiscientos setenta y un mil setenta y un votos (671.071), obtenía 6 diputados; o,  por ejemplo el grupo Coalición Canaria-PNC, con apenas ochenta y un mil setecientos cincuenta votos (81.750), haya logrado un escaño; todo ello, por sí mismo, resulta tremendamente desproporcionado e injusto. Los números muestran la cruda realidad; ello, nos lleva de manera inequívoca, a asegurar la existencia de un serio problema de representación. Debe afrontarse, indubitadamente, una reforma urgente e inmediata del sistema del reparto de escaños. El voto de un ciudadano, debe valer lo mismo que el de cualquier otro; por lo tanto, no puede continuar soportándose un sistema que castiga a fuerzas con presencia en todo el Estado español, mientras se premia a partidos políticos de implantación a nivel de comunidad autónoma. Es más, sólo los partidos con representación real, en todo el territorio nacional, deberían ser los únicos que, legítima y legalmente, pudieran presentarse a las elecciones generales al Estado. (1)

Una vez expuesta las principales novedades surgidas de los comicios del 20 D/2015, y el problema que ocasiona un injusto sistema de reparto de escaños; hemos de pasar directamente, a la cuestión del pacto electoral más idóneo y acertado, tanto para España, como para los intereses de los dos partidos mayoritarios, salvo quieran terminar siendo sustituidos por el nuevo bipartidismo.

 

De acuerdo a los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior (1)

Partido político

Número de escaños

PACTO GRAN COALICIÓN - ESTABILIDAD

PP

123

123

PSOE

90

90

CC-PNC

1

1

                                                                               Suma total de escaños……………………    214

 

Sin duda alguna, el nuevo bipartidismo tratará de rentabilizar su posición, pero esto no debe hacerles perder el norte al clásico bipartidismo; no olvidemos, cuatro años dan mucho de sí; la única opción viable de supervivencia y remontada del PP y del PSOE, en los próximos cuatro años, pasa por limar asperezas, viejas rencillas y corrigiendo errores del pasado; uniéndose en una gran coalición de gobierno con un socio no necesario, pero siempre útil que no les planteará grandes dilemas, dando una imagen de pluralidad ideológica, es decir, aprovechar la ductilidad de Coalición Canaria- PNC; cualquier otra opción de pactos socavaría; más pronto que tarde, indubitadamente, la estabilidad del Estado por un lado y, al mismo tiempo, terminaría debilitando por igual, tanto al Partido Popular, como al Partido Socialista Obrero Español.

Asimismo, conviene advertir que de caer, PP-PSOE, en la sinuosa, tendenciosa y hábil estrategia, planteada por Albert Rivera, líder del partido naranja, que pasa por recomendar al PSOE que se abstenga –igual harán ellos- al objeto de que el candidato Rajoy, pueda lograr el nombramiento de Presidente de un Gobierno en minoría; ello, resultaría un grave error.

Caso que los ideólogos del PP-PSOE, no sean capaces de enmendar la situación; probablemente, y, contrariamente a lo que malos agoreros pronostican; caso no se formase la gran coalición requerida, terminaría resultando todo lo contrario, es decir, el hundimiento final de ambas formaciones políticas. No olvidemos, que la política de gran nivel no pasa por propuestas de café, por más loables que éstas pudieren resultar en la oposición; no es lo mismo arengar o platicar a un auditorio predispuesto a escuchar lo que le agrada, que tener que regir todo un País, tanto en cuestiones de políticas internas, cuanto respecto a las relaciones externas de todo nivel.

Por lo tanto, reitero, los dos grandes partidos (PP-PSOE), ambos –venidos a menos- por no haber enmendado a tiempo sus errores; caso no estén a la altura exigida por la ciudadanía española, tras los resultados electorales del pasado domingo 20 de diciembre de 2015; ambos partidos, terminarán hundiéndose ellos solos; cuestión de tiempo. Si por el contrario, deciden mediante la aplicación de la sapiencia requerida, solventar la situación en el sentido expuesto en los párrafos ut supra; corrigiendo defectos y volviendo, en los próximos cuatro años, a recuperar el desafecto de los votantes de ambas formaciones políticas, seguramente, recuperaran el crédito electoral que ahora han prestado al nuevo bipartidismo; no olvidemos, que tanto Ciudadanos como Podemos, se han nutrido del descontento o desafecto de los votantes o afines del clásico bipartidismo (PP – PSOE); lo que está aconteciendo es fruto de simple desafección ideológica, fácilmente solucionable apenas se pongan a la tarea ambas formaciones políticas (PP-PSOE), itero, de lo contrario, muy poco me equivocare, terminaran favoreciendo al nuevo bipartidismo naciente, regalándoles cuatro años para que se fortalezcan y, al mismo tiempo, les sirva para debilitar más aún a sus rivales (PP-PSOE).

Por otro lado; no deben olvidar (PP – PSOE), que el tiempo y la situación (caso de Cataluña), están en contra de la gobernabilidad y estabilidad del Estado. Las responsabilidades de gobernar una Estado-nación cual España, pasan por entregas y sacrificios máximos a los que los miembros de ambas fuerzas políticas (PP-PSOE), han de estar preparados de manera totalmente abnegada.

Conclusión. La situación surgida de las urnas demanda, inexorablemente, una gran coalición formada por los dos grandes partidos, tal como se ha expuesto anteriormente; en las actuales condiciones, cualquier otro tipo de pactos estaría abocado, presuntamente, a un previsible fracaso; tal aconteció, en su día, con la ruptura del pacto PSOE/IU, en la Junta de Andalucía, no llegando a los tres años; Susana Díaz (PSOE), adelantaría las elecciones al 22 de marzo de 2015.

 

Juan Francisco Ramírez (Analista Político e Investigador)

 

  1. http://resultadosgenerales2015.interior.es/congreso/#/ES201512-CON-ES/ES
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