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Juan Francisco Ramírez

COVID-19: OTRA VISIÓN. Vacunas y Declaración universal sobre Bioética y Derechos Humanos

Abogado, investigador y analista polítco

Juan Francisco Ramírez | 10 de agosto de 2020

 

En estos momentos en los cuales la Humanidad está sometida, extrañamente, a los daños ocasionados por una pandemia que, ciertamente, la comunidad científica mundial desconoce a ciencia cierta sus causas y origen. Refiriéndonos a la pandemia, mal denominada Gripe española, acaecida en 1918; no obstante, y, pese a los enormes avances científicos, desde entonces a hoy, las instituciones públicas y los diferentes y diversos medios de comunicación de masas, abrumadoramente, continúan pregonando el miedo, como parte de la solución, que va introduciéndose en la mente de la gente, que, convencidos se trasforman en auténticos acusadores de sus congéneres; por otra parte, las instituciones aconsejadas por algunos expertos “ad hoc”, se empecinan en la cuestión de imponer la vacuna como única solución; asimismo, idean la implantación de la figura de los  rastreadores (cual la gente fuere animales a cazar); en cuanto al recurso de la detección de positivos, mediante la aplicación de los test, conviene resaltar que, hoy, no son garantes de nada; entre otras muchas razones, por ejemplo si le realizara a una persona tal test un día y el resultado fuere negativo, tal como se ha extendido la pandemia, no es posible asegurar al cien por cien, que ese mismo individuo a los pocos minutos no pueda contagiarse.

Por otra parte; en referencia a la cuestión de las vacunas, todos sabemos o deberíamos de saberlo, que, el proceso de la búsqueda de una vacuna conlleva una serie de estudios y procesos que van más allá, en el mejor de los casos, de varios años de investigación, pues conlleva, ineludiblemente, varias fases antes de adoptarla; tal es el caso del SIDA (VIH), han transcurrido 39 años desde sus inicios (junio 1981); sin embargo, a día de la fecha no existe vacuna plenamente eficaz y segura para el VIH.  Al respecto, conviene resaltar que, en el desarrollo y localización de una vacuna segura y eficaz, existen tres fases antes de su aplicación de manera general a la población [1]:

Primera. La vacuna se prueba en grupos de voluntarios, de entre 20 y 100 personas saludables. Buscando confirmar que no represente una amenaza para la salud, es decir, que sea efectiva junto a la identificación de efectos secundarios y decidir la dosis adecuada.

Segunda. Al igual que la primera fase, pero el estudio se realiza entre 200 y 500 individuos. En esta segunda fase, se evalúan los efectos secundarios más comunes en el corto plazo y cómo reacciona el sistema inmunológico a la vacuna concreta.

Tercera. Se busca, básicamente, lo mismo que en las fases primera y segunda, pero con varios miles de voluntarios. En esta tercera fase, se compara cómo evolucionan las personas que fueron vacunadas respecto a las que no. Recopilación de datos estadísticos acerca de la efectividad y seguridad de la vacuna; al igual que en las anteriores fases, se estudian los efectos secundarios que no se hubieran detectado en las anteriores.

Asimismo conviene resaltar, que, como en cualquier otro tipo de virus, el COVI-19, afecta mucho más a personas cuyo sistema inmunológico se encuentra afectado, es decir, con defensas bajas, incapaz de auto inmunizarse; tal es el caso de personas mayores que padecen patologías múltiples (colesterol, diabetes, problemas cardiovasculares, etc.); en tales organismos, una simple gripe podría desencadenar un problema grave de salud que dificultarían o agravarían la situación ya padecida, es decir, se desencadena lo que podríamos denominar “efecto domino”; tal ha sucedido ene el caso de los ancianos fallecidos en las residencias y/o en sus propios domicilios al imponérseles una cuarentena tan larga como la que hemos sufrido todos los ciudadanos, con las negativas consecuencias que tal medida haya supuesto para muchas personas con patologías cuyo organismo requería de movilidad.

Igualmente; hemos de referir que las vacunas no son en absoluto la solución perfecta, pues una vacuna para un tipo de gripe estacional podría no valer para la siguiente; por otra parte, incluso se dan casos, en los cuales algunos sanitarios que la recomiendan desconocen la composición exacta de las mismas; más aún, ningún experto consciente, podría asegurar que la vacuna previene del contagio al cien por ciento.

Llegados a este punto; por más que algunos podrían decir que se trata de teorías de conspiración, no podemos olvidar que dónde mayor número de ciudadanos afectados por el COVID-19, en el caso de España, han sido con diferencia los acaecidos en dos grandes ciudades: Madrid y Barcelona. Curiosamente, ambas poblaciones, desde hace años, han venido sufriendo los efectos de los denominada estelas químicas también llamadas quimioestelas (chemtrails en inglés), que, presuntamente, causan la bajada de las defensas de aquellas poblaciones que los han recibido. Véase el video abajo indicado acerca del tema que, supuestamente, se produce en el cielo de Madrid. [2]

En cuanto aquellos que osan decir que la vacunación ha de ser impuesta por las bravas, es decir, contra la voluntad del individuo; a esos, habría que recordarles la existencia de la UNESCO, y su Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, aprobada en Paris el 19 de octubre de 2005; concretamente, tal como queda establecido en su artículo 6, el cual por su claridad seguidamente extractamos: Artículo 6 – Consentimiento: 1. Toda intervención médica preventiva, diagnóstica y terapéutica sólo habrá de llevarse a cabo previo consentimiento libre e informado de la persona interesada, basado en la información adecuada. Cuando proceda, el consentimiento debería ser expreso y la persona interesada podrá revocarlo en todo momento y por cualquier motivo, sin que esto entrañe para ella desventaja o perjuicio alguno. 2. La investigación científica sólo se debería llevar a cabo previo consentimiento libre, expreso e informado de la persona interesada. La información debería ser adecuada, facilitarse de forma comprensible e incluir las modalidades para la revocación del consentimiento. La persona interesada podrá revocar su consentimiento en todo momento y por cualquier motivo, sin que esto entrañe para ella desventaja o perjuicio alguno. Las excepciones a este principio deberían hacerse únicamente de conformidad con las normas éticas y jurídicas aprobadas por los Estados, de forma compatible con los principios y disposiciones enunciados en la presente Declaración, en particular en el Artículo 27, y con el derecho internacional relativo a los derechos humanos. 3. En los casos correspondientes a investigaciones llevadas a cabo en un grupo de personas o una comunidad, se podrá pedir además el acuerdo de los representantes legales del grupo o la comunidad en cuestión. El acuerdo colectivo de una comunidad o el consentimiento de un dirigente comunitario u otra autoridad no deberían sustituir en caso alguno el consentimiento informado de una persona. [3]

CONCLUSIÓN: Conforme a lo establecido en el artículo 6 de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos -UNESCO- no podrá implantarse, legalmente, ningún programa de vacunación obligatoria de clase alguna; por lo tanto, sólo sería admisible con el consentimiento individual del interesado y efectuado previamente de manera libre, expresa y adecuadamente informado. Igualmente, conviene resaltar, que, coincidimos con lo expresado por diferentes personajes tanto de manera individual como colectiva: Médicos por la Verdad (Segunda conferencia desde Alemania [4]), y a nivel individual, por todos, PABLO GOLDSCHMIDT: Virólogo, especialista en enfermedades infecciosas, Bioquímico, Farmacéutico y Psicólogo; Dra. CHINDA BRANDOLINO; entre otros muchos epidemiólogos; destacar lo expresado por algunos famosos españoles como, por ejemplo: Miguel Bosé o Enrique Bunbury, entre otros muchísimos más alrededor del planeta. Lo que nos ha de traer a la memoria el tema del tabaco, cuando algunos grupos de expertos, durante décadas, defendieron la inocuidad del mismo en unión de las tabacaleras; mientras, muchos trataban de desacreditar a los expertos que se atrevían a defender la postura contraria; finalmente, el tiempo les daría la razón a estos últimos. En definitiva, tras lo expuesto, cada cual podrá sacar sus propias conclusiones al respecto.   

“Dadme la libertad de saber, hablar y discutir libremente de acuerdo con mi conciencia, sobre todas las libertades.” (John Milton – bibliografía recomendada)

 

“A todos los que se esfuerzan por cambiar el mundo y no se tragan el sapo”

 

Juan Fco. Ramírez (Analista político e Investigador jurídico)

 

Bibliografía recomendada:

BERNAYS, Edward, “Propaganda”, Editorial Melusina, S. L., Santa Cruz de Tenerife (2010)

CARDEÑOSA, Bruno, “El Gobierno Invisible – Think-Tank. Los hilos que manejan el mundo”, Espejo de Tinta, S. L., Madrid (2007)

COLECTIVO DIASPORA, “Los dueños del mundo y los cuarenta ladrones”, El Viejo Topo, Barcelona (2006)

FRANTTINI, Eric, “ONU Historia de la corrupción”, Atanor Ediciones, S.L., Madrid (2011)

GUÉHENNO, Jean-Marie, “El fin de la democracia. La crisis política y las nuevas reglas del juego”, Ediciones Paidós Ibñerica, S.A., Barcelona (1995)

MILTON, John, “Areopagítica”, London (1644)

ORWELL, George, “1984”, Ediciones Destino, Barcelona (2010)

 

DOCUMENTALES RECOMENDADOS:

El Orden Criminal del Mundo, RTVE/2 – EN PORTADA. Director: Juan Antonio Sacaluga, TVE. S.A. (2006)

Qué Democracia (Director Patricio Escobar) INCAA, Artó-Cine, Argentina (2013) [5]

 

Citas utilizadas:

[1] https://www.uchile.cl/portal/investigacion/centro-interdisciplinario-de-estudios-en-bioetica/documentos/76032/las-fases-de-los-ensayos-clinicos-de-vacunas-y-medicamentos

[2] https://www.youtube.com/watch?v=2eWlIqeDguA&feature=youtu.be

[3] http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=31058&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html

[4] https://www.youtube.com/watch?v=3xIG9ljGUCw

[5] https://www.youtube.com/watch?v=kOMcMgV1no8

 

NOTA: Las webs ofrecidas han sido consultadas el 09 y 10 de agosto de 2020.-

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