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José Luis Poyal Costa

FRACASO DE LA CLASE Y CASTA POLÍTICA

Doctor en Derecho, Licenciado en Periodismo, Profesor Universitario.

José Luis Poyal Costa | 09 de marzo de 2016

ASSOPRESS

No se produjo el milagro de última hora y el espíritu de la concordia no voló sobre el hemiciclo inspirando a sus señorías ,al margen de ideologías, para dotar a España de un gobierno que tuviese capacidad de aunar voluntades y mejorar el bienestar de sus ciudadanos. Mas bien pudiera pensarse que se introdujo un pajarraco de mal agüero insuflando malquerencia y odio entre los representantes del pueblo soberano.

Cuando el bisoño presidente del Congreso anunció el resultado de 131 votos a favor del candidato Pedro Sánchez y 219 en contra , se daba el carpetazo a este inédito periodo de investidura. Con la pertinente comunicación al Rey, el sistema institucional funciona, al menos aparentemente , en busca de la fórmula de desbloqueo.

De momento empezó a correr el  plazo de dos meses para la convocatoria de elecciones generales, que se celebrarían el próximo 23 de Junio. Durante esos dos meses, que en política es una eternidad, se ha abierto un periodo de posibles encuentros y negociaciones para encontrar una salida válida que sería sometida al Rey y ya con garantías de aprobación de nuevo al pleno del Congreso.

La opinión más extendida coincide en señalar que no ha habido debate de investidura, propiamente dicho, en sus tres sesiones pasadas, sino una bronca sucesión de mítines, preparatorios de una nueva campaña electoral. Ha sido el marco de una confrontación de rupturas y no de sumas, alcanzándose cotas inimaginables de inquina, demagogia, revanchismo y contumacia.

Hemos asistido a un espectáculo penoso de todos contra todos ,con palabras gruesas de alcance generacional e incluso representaciones histriónicas muy alejadas del parlamentarismo responsable. En el “ventanal” de hace unos días:”Fulanismo y fobias como lastre “, apuntábamos que tales modos impedían una política constructiva de pacto y paz social. 

Las pasadas sesiones dieron cumplida confirmación de ese crónico mal

Causa desánimo colectivo que todos los líderes hablan más de dinamitar puentes de encuentro y de descalificaciones personales que de someter a consideración sus alternativas en beneficio de los ciudadanos que representan.

Las tácticas anunciadas para los próximos días incluyen llamadas para encontrar espacios comunes. A tenor de las experiencias pasadas,  no parece que haya muchas esperanzas y acabaremos en elecciones con más incertidumbre.

Ya están anunciados los intensos esfuerzos de Pedro Sánchez para sacarse la espina del reciente fracaso  y seguir manteniendo su condición de Secretario General del PSOE. En esa línea las ofertas a Podemos y aliados pueden llegar a la rendición total.

Mariano Rajoy durante este periodo cubrirá el expediente insistiendo en la Gran Coalición y con ofertas concretas al PSOE , a sabiendas de que no serán aceptadas. Hay que esperar una fuerte campaña preelectoral para recuperar votos que ostenta Ciudadanos.

Pablo Iglesias tiene propósitos más definidos,obtener los votos del electorado socialista. Quiere el poder y cambiar el sistema con un programa mucho más radical que el recogido en el pacto PSOE-Cs.

Por parte de Albert Rivera , el superviviente del esperpento, el horizonte está en dejarse querer, al mismo tiempo que soportar el fuego cruzado desde diferentes trincheras, pero sigue manteniendo el riesgo de pasar, por su indefinición, de un partido emergente a un partido sumergido.

Controversias aparte, el país necesita cuanto antes un gobierno estable, un buen gobierno que sume voluntades y no desprecie a formaciones que representan a millones de votantes. Que haya buena o mala química entre los líderes no importa, su obligación y su trabajo es entenderse. Recurrir a las elecciones es un fracaso de toda la clase, casta o como se llamen, política.

 

 (*) Periodista. Historiador. Profesor Universitario

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