El pasado 28 de abril, 2 valientes canarios (uno de Gran Canaria, y la otra de Tenerife), armados con su inquebrantable voluntad, echaron toda la carne en el asador e iniciaron una Huelga de Hambre, a los pies de la Sagrada Montaña de Tindaya (Fuerteventura). Con un único e indiscutible objetivo: salvar la emblemática mole de las garras de los especuladores (los de siempre), amparados por el presunto Gobierno canario.
La una, funcionaria, es una convencida defensora de Canarias (en todos los sentidos), con un loable pasado “revolucionario”. Pese a su delicado estado de salud, y ante la miopía (presuntamente interesada) del Ejecutivo autonómico, ha decidido tomar cartas en el asunto. Y contraviniendo consejos médicos, ha entrado en una dinámica que sólo finalizará cuando acabe “toda amenaza” contra la Montaña.
El otro, empresario, amante también de la idiosincracia de (todas) las islas, es un anticolonialista convencido. Y ha optado por el mismo sacrificio, con la determinación de permanecer en el sitio “hasta el final”.
Prueba de la determinación de ambos, es que han llevado unas cadenas con las que encadenarse, si se intentara su desalojo por la fuerza.
Pero, ¿merece la pena tanto sacrificio por una “simple” montaña?
- “Un enorme reloj astronómico”
La Montaña de Tindaya era el Lugar Sagrado de los Mahos (majos), los primitivos habitantes de Fuerteventura. Tal y como lo calificó en su momento la arqueóloga María Antonia Perera, “un lugar sagrado cuya significación traspasa los límites insulares”; convirtiéndose en "uno de los sitios arqueológicos más ricos de toda la zona”.
No en vano, en la Montaña han sido registrados MÁS DE 300 PODOMORFOS distribuidos en 57 paneles: “dibujos en piedra con forma de pie humano”, mediante la técnica de picado continuo; la mayoría orientados al Teide (Tenerife) y al Pico de las Nieves (Gran Canaria). Más aún, los podomorfos hallados en Lanzarote, están orientados hacia Tindaya. Según el arqueólogo Pepe Guillén, “hay grabados prehispánicos en la cima, en la base y en las zonas medias”.
Por si fuera poco, se han localizado “enterramientos en los 4 puntos cardinales de la base de la montaña”, con evidencias de poblado aborigen. De hecho, el cronista (no contemporáneo de los hechos) Fray Juan de Abreu Galindo, escribió del lugar como un lugar en el que los Mahos realizaban “sacrificios” a sus deidades. Motivo por el que la cima debió ser escenario de rituales religiosos y de prácticas de carácter mágico-simbólico.
Más aún, los arqueoastrónomos (investigadores que estudian la relación de los yacimientos arqueológicos y los cuerpos celestes), han llegado a señalar que “estos podomorfos sirvieron a los antiguos mahos y mahas para determinar con exactitud el solsticio de invierno y el tránsito de la Luna y Venus durante las diferentes estaciones”. O sea, que la Montaña es “un gigantesco calendario de piedra” o un “enorme reloj astronómico”.
Por todas estas razones, la Montaña de Tindaya fue catalogada en su día como BIEN DE INTERÉS CULTURAL (BIC). Sin embargo, “convenientemente”, se “olvidaron de DELIMITAR la zona en cuestión”. Circunstancia ésta que aprovecharon los especuladores…
- La traquita y el Caso Tindaya
Hasta que en el año 1993, el artista vasco Eduardo Chillida ideó realizar una surrealista obra escultórica: vaciar la Montaña y crear un “espacio interior que pudiera ofrecerse a los hombres de todas las razas y colores”. Poco le importó al Gobierno canario de entonces, haber catalogado Tindaya como Monumento Natural y Punto de Interés Ecológico. Pues muy pronto COMENZARON A OLER A DINERO: los “beneficios” que daría el “monumento” a construir por Chillida (o sea, el vaciado de la montaña); y las grandes ganancias que ocasionaría la venta de la Traquita que conforma la mole. No en vano, esta piedra ornamental de gran belleza y valor económico, está compuesta de feldespato potásico y otros minerales como plagioclasa, biotita, piroxeno y hornblenda.
En aquel momento se habló de un presupuesto inicial de unos 8.000 millones de pesetas (o sea, 48 millones de euros). Pero ya desde el principio se detectaron “irregularidades” en la compra de los derechos de la concesión minera a la empresa titular de la explotación, “Canteras Cabo Verde”, de Rafael Bittini:
a) El Gobierno canario inyectó en “Cabo Verde” unos 900 millones de pesetas (5,4 millones de euros), lo que por cierto alivió su entonces delicada situación económica. Sin embargo, dicha cantidad de dinero FUE ABULTADA, teniendo en cuenta que según el parlamentario Carmelo Padrón, “hubiera bastado con 48.000 euros”.
b) Una vez que se realizó la compra (con dinero público), la entidad privada no quedó al margen del proyecto y constituyó el 50% de la sociedad “Proyecto Monumental de Tindaya”; mientras que el otro 50% fue recogido por el Gobierno autónomo a través de la empresa pública SATURNO (Sociedad Anónima de Promoción del Turismo, Naturaleza y Ocio).
c) La polémica inicial fue llevada por el entonces Presidente de Canarias, Manuel Hermoso, ante la Fiscalía Anticorrupción.
d) Más adelante, la sociedad “Proyecto Monumental de Tindaya” le adjudicó a una UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Necso Entrecanales y FCC, el proyecto del escultor; y le entregó 12 MILLONES DE EUROS a cambio de los gastos de estudios e implantación del citado proyecto. Sin embargo, nunca cumplió con ese encargo, y se gastó el dinero en comprar los derechos de explotación de la cantera a “Cabo Verde”. Situación ésta que llegó al Tribunal Supremo en 2012.
e) En 2.000, durante la presidencia de Román Rodríguez, el Parlamento canario constituyó una Comisión de Investigación que depurase las responsabilidades políticas del conocido como Caso Tindaya. En ese momento, los dardos apuntaban al anterior Vicepresidente del Gobierno canario, Lorenzo Olarte… Pero “misteriosamente”, durante la votación de las conclusiones de la Comisión, se produjo una “fuga de votos”: la de los consejeros del PP, Bravo de Laguna, Rafael de León, Lorenzo Suárez y Van de Walle. Con lo cual, la investigación quedó archivada.
f) Por si fuera poco, en 2013 el propio Bittini fue acusado de defraudar a Hacienda unos 332.707 euros, en las declaraciones del Impuesto de Sociedad de 1998 y 1999…
- 24 años después: vuelta a empezar
Según llegó a reconocer en su momento, el consejero Berriel, SE LLEGARON A PAGAR 25,7 MILLONES DE EUROS. Y NUNCA SE MOVIÓ UNA PIEDRA. A lo que hay que añadir que el TSJC estimó en abril de 2011, un recurso de Ben Magec-Ecologistas en Acción, “paralizando el vaciado de la montaña al no encontrarse delimitado el BIC de la zona”.
Y ahora, más de 2 décadas después de tan “iluminado” proyecto, el Gobierno canario vuelve a las andadas, buscando nueva “financiación” para la aberración ecológica, medioambiental y cultural. Con la excusa de un “bien cultural” para Fuerteventura… ¡No sé que pensarían los patrocinadores de Atapuerca, si les dijeran que tuvieran que vaciar la Cueva (reconocida a nivel mundial) para hacer un “monumento” de Chillida!
Ante tal nivel de amenaza, Rita Tosky y Federico Nácher, dos activistas anticolonialistas del colectivo SOS Tindaya, han decidido sacrificar sus vidas con el único propósito de evitar que la Montaña Sagrada sea saqueada… ¡Y continúan en su lucha, que es la misma lucha de todos los Canarios celosos de su tradición cultural!