La "Fiesta de la Raza" (decretada en 1918 por el Gobierno español de Maura), convertida por el franquismo (en 1940) en el "Día de la Raza", y más recientemente en el "Día de la Hispanidad" (1981); es la celebración más representativa del caduco colonialismo imperialista español: conmemorando la aciaga fecha del 12 de octubre de 1492, en que el marinero Rodrigo de Triana avistó la tierra del continente hoy llamado América... Pero, ¿realmente hay algo que celebrar?
Según han recopilado diversos autores, tras el mal llamado "descubrimiento" de Cristóbal Colón, los conquistadores españoles y portugueses cometieron uno de los genocidios más grandes de la historia universal. Millones de aborígenes fueron exterminados tanto por la vía de las armas como de las enfermedades provocadas por el virus del tifus y viruela, introducidos por los europeos. Otros murieron en los socavones de las minas y los lavaderos de oro, a raiz de la brutal explotación a que fueron sometidos. Tanto que de aproximadamente 40 millones de indígenas que existían en el siglo XV, tan sólo UNA QUINTA PARTE LOGRÓ SOBREVIVIR en el primer siglo de colonización.
En México, el exterminio fue brutal: en menos de 100 años, una población cercana a los 20 millones quedó reducida a poco más de 1 millón de habitantes. La población del Imperio Incaico, superior a 10 millones, quedó reducida a unos 2 millones en el mismo periodo de tiempo. Los indios de Chile "disminuyeron" de 1 millón a menos de 200.000. En Ecuador, también se redujo el número de nativos de 1 millón a menos de 200.000. En la República Dominicana, cuando Colón tomó tierra, había 400.000 isleños, y en 1508 (16 años después) un censo confirmó que sólo quedaban 60.000 (12 años después, en 1520, la cifra bajó a 3.000). Fue fray Bartolomé de las Casas el primero en denunciar la matanza de los aborígenes a manos de los crueles conquistadores españoles. Y el Almirante Cristóbal Colón, uno de los mayores traficantes de esclavos, junto con sus propios hijos...
Pero el genocidio comenzó unos años antes, cuando los aprendices de genocidas encontraron terreno abonado para sus fechorías en el Archipiélago Canario: 94 años de guerras sin fin, y luego un constante saqueo de riquezas seguido de la venta de una importante parte de la población de nuestras islas. Los Alonso de Lugo y los Pedro de Vera fueron los "teloneros" de los Francisco Pizarro, Diego Almagro y Hernán Cortés del continente americano. Con la complicidad de la Iglesia "católica"...
Hoy cuando el Imperio ha desaparecido, excepto las colonias de ultramar (Canarias), ¿qué sentido tiene celebrar lo que Franco consideraba el Día de la Raza? ¿Acaso los judíos "celebran" el genocidio a que los sometieron los nazis? ¿Se puede considerar Día de la Hispanidad, una fecha cargada de tanta sangre inocente?
12 de Octubre, nada que celebrar. Y sí, ¡mucho que lamentar!