Sin dármelas de inventor, y como ya he informado en otros artículos, que yo sepa, fui el primero en inventar y propagar a través de Internet -las pantallas de metacrilato para cajeras/os, farmacias, bares, bancos, y para otros tantos sitios donde se encare con el público-. (Quizás otros también tuvieron la misma idea, igual como cuando los humanos inventaron hacer fuego en distintas regiones, pero al mismo tiempo o en épocas casi iguales sin saber que otros ya también lo habían descubierto).
Antes y mientras duró el Estado de Alarma, cuando el Gobierno español decía que no era necesario ponerse mascarilla, aconsejé a la gente que las debía usar porque prevenía y previene contagios de coronavirus de unos a otros.
Asimismo, motivé al pueblo a que no saludara dando la mano, besos ni abrazos, y tampoco que hicieran el sexo con personas extrañas, etc; y que los que trabajasen fuera de sus casas que tuvieran familias, antes de entrar en su morada se descontaminaran en algún sitio fuera de su hogar de uso cotidiano.
Desde hace casi dos meses, la situación ha cambiado, el Estado de Alarma se eliminó, y ahora nos encontramos con que la pandemia nos está ganando terreno por causa de que hemos bajado la guardia, y podríamos decir que estamos de vuelta en casi las mismas condiciones que cuando se declaró el Estado de Alarma; y por desgracia con un sistema económico y social que se mantiene de ERTES y de Paro Obrero, -pero con el estrago de que no nos llega turismo porque España está contaminada en un alto porcentaje de COVID-19, y así también las naciones que nos solían mandar clientes de vacaciones-.
Pues viendo cómo anda el panorama, y sabiendo que las autonomías españolas están implementando nuevas restricciones, he pensado en una nueva idea que puede ayudar a que nos contaminemos algo menos. Se trata de lo siguiente: En los vehículos, sean coches familiares o autobuses, etc, todo mundo que vaya en uno debe portar mascarilla. Pero lo más importante es que mientras el vehículo esté parado, siempre que se pueda, se mantengan puertas y ventanillas abiertas para que por gravedad se renueve el aire del interior; y cuando conduzcan con pasajeros, mantener todas las ventanillas abiertas para que mientras el vehículo circule le pueda entrar aire fresco y así la presión del mismo pueda conseguir empujar hacia afuera el COVID-19 que pueda haber en el interior de uno u otro vehículo.
Nota. Se dice que una foto vale más que mil palabras. Yo digo que también una idea buena vale más que mil palabras. Por ello este artículo lo he escrito con pocos vocablos.