Yo como pecador digo: En presente cuando en España señalamos o llamamos con el adjetivo “moro o mora” a ciudadanos de países que componen actualmente los territorios de Mauritania, Sáhara y Marruecos, cometemos un acto despectivo de odio y racismo que ha venido siendo inculcado por los antiguos vencedores españoles que escribieron sus relatos sobre sus batallas ganadas durante la reconquista de la Península Ibérica. Y en contra partida, asimismo como acto de odio y de racismo, los musulmanes llaman a los cristianos “nazaranes”, que significa seguidores del nazareno Jesucristo. Con esto podríamos decir que estamos empatados, pero que en ambos casos los dos adjetivos son insultos que debemos corregir, tanto de un lado como del otro.
La palabra “moro o mora" deriva de “mauro o maura” significa moreno o aceitunado, es de origen latín, y tiene su raíz en la antigua Mauretania Tingitana que existió unos 46 AC durante los reinados de Juba I y Juba II. E incluso después de estos gobernantes se siguió llamando mauros o moros a los habitantes de esa región que se componía del antiguo Marruecos y de la antigua Argelia.
En los actuales países, Mauritania, Sáhara, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, existen bereberes y otros de diferentes etnias que se han mezclado con subsaharianos, y que son los llamados "tuaregs musulmanes", que habitan en mayor cantidad entre Mauritania, Sáhara, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia.
Como algo especial debo remarcar que, la mayoría de los africanos de raza negra que están mezclados con egipcios y que habitan dicho país desde tiempos de los faraones, son nubios. (Recuerden las guerras del joven faraón Tutankamón con los nubios).
Las naciones que componían la antigua Mauritania Tingitana: antiguo Marruecos y antigua Argelia, más en presente Túnez y Libia, no son árabes, pero si todas magrebíes por causa de que el difunto presidente de Libia Muammar el Gadafi en 1989 se inventó la Unión Magrebí, cual hoy agrupa a las naciones que he referido en este párrafo.
Árabes son solamente los nacidos en Arabia Saudita, y los demás de países que hablan árabe y que profesan la religión musulmana, son pueblos que se deben llamar arabizados; tal como llamamos a los de países de centro y sur de América con el gentilicio de hispanos.
Existen varias naciones que son musulmanas, como, por ejemplo, Pakistán, Afganistán, Turquía, y otras tantas de Europa y de África subsahariana que tienen sus idiomas oficiales, pero en cuales, sobre todo la gente culta, aprende y habla como lengua extra el árabe, pero no son árabes, -aprenden el idioma árabe para leer y rezar el Korán porque tal libro no está permitido que se traduzca en otros idiomas para que no pierda su sentido puro; igual como la Biblia no se aceptaba que fuera traducida del latín hace unos 500 años-.
De todas formas existen algunas traducciones del korán en varios idiomas, pero sin la bendición de rey saudí que es el Guardián del Korán.
En relación con Canarias, la mayoría de los aborígenes, somos de descendencia de ancestros bereberes mauros que, quizá llegaron a estas islas traídos por fenicios que ya conocían toda la costa africana unos 700 AC, y que bien pudieron haber trasladado a los mauros wanches desde el puerto de Essaguira, actual Marruecos, unos 300 AC hacia cada una de nuestras ínsulas, tal vez primero poblando las que eran más fértiles, Gran Canaria, Tenerife, etc.
En Canarias actualmente podemos decir que no somos un archipiélago de origen africano, sino hijo de unas grietas submarinas producto de la separación continental del Pangea. En sí somos más o menos un 50% de raza bereber maura, pero de origen territorial volcanológico que llamamos islas macaronésicas, junto a Azores, Maderia y Cabo Verde.
Igualmente, cuando se dice que los moros conquistaron y dominaron la Península Ibérica durante más o menos unos 800 años, se comete un grave error con tal mención histórica por causa de que quienes conquistaron tal territorio a través de Gibraltar, fue el califato de la familia Omayad= Omega de Damasco Siria que, heredaron el poder islámico en más o menos 650 DC, y quienes decidieron vía barcos y por tierra conquistar y convertir al islam todas las naciones habidas en la antigua costa norte de África, desde Egipto hasta el antiguo Marruecos al cual llegaron en el 680 DC , y que con los mauros de dicho país emprendieron la conquista de La Península Ibérica a partir del 711 hasta 1492 DC, llegando a conquistar el territorio peninsular hasta el río Ebro.
En resumida cuenta, la Península Ibérica fue conquistada por sirios de la antigua Siria y mauros del antiguo Marruecos y de la antigua Argelia.
Y como algo especial de mi niñez en Lanzarote, relacionado con la palabra "mauro", recuerdo que a la gente que venía de los pueblos y se sentaba en Arrecife, cuando los de la ciudad nos peleábamos con alguno, les decíamos como insulto: ¡Tú eres un mauro! Este improperio no procedía de fruta madura, sino de lo que los colonos nos habían inculcado sobre la procedencia de la gente del campo, que para ellos eran "mauros" que habían venido desde África cientos de años antes de que comenzara la colonización de nuestro archipiélago por franceses y españoles.
Ver enlace de la historia de Huba II rey de los mauros y libios:
RAE: moro o mora
Del lat. Maurus 'mauritano', y este del gr. Μαῦρος Maûros; propiamente 'oscuro', por alus. al color de su piel.
1. adj. Natural del África septentrional frontera a España. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo al África septentrional frontera a España o a los moros.
3. adj. Que profesa la religión islámica. U. t. c. s.
4. adj. Dicho de una persona: Musulmana, que habitó en España desde el siglo VIII hasta el XV. U. t. c. s.
5. adj. Perteneciente o relativo a la España musulmana del siglo VIII hasta el XV.
6. adj. Dicho de una persona: Musulmán de Mindanao y de otras islas de Malasia. U. m. c. s.
7. adj. Dicho de un caballo o de una yegua: De pelo negro, con una estrella o mancha
blanca en la frente y calzado de una o dos extremidades.
8. adj. coloq. Dicho del vino: Que no está aguado, en contraposición al bautizado o
aguado.
9. adj. coloq. Dicho de una persona, especialmente un niño: Que no ha sido bautizado.
10. adj. coloq. Dicho de un hombre: Celoso y posesivo, y que tiene dominada a su pareja.
11. adj. Cuba. Dicho de una persona mulata: De tez oscura, cabello negro lacio y
facciones finas.