Los análisis genéticos realizados por el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas sobre los huesos hallados en una casa de Tinajo (Lanzarote) confirman que corresponden a la joven Verónica M.L., de 28 años, desaparecida desde hace meses, según han indicado a Efe fuentes judiciales.

Esta prueba forense refuerza la hipótesis que llevó a la Policía a detener al padre y a la madrastra de esta joven discapacitada psíquica por un posible delito de homicidio, así como a sus dos hermanastros bajo la acusación de haber encubierto su muerte.

Los cuatro fueron arrestados después de que los Juzgados de Arrecife autorizaran a la Policía a registrar su vivienda ante la escasa colaboración que prestaban a sus pesquisas para localizar a la joven, un registro que puso al descubierto la existencia de una bolsa con restos humanos escondida en una grieta de la casa.

Las fuentes consultadas por Efe han precisado que los huesos de Verónica M.L. van a ser sometidos a nuevos exámenes, para intentar obtener más información sobre lo que ocurrió a la joven, aunque ya adelantan que su estado de conservación es muy malo.

El principal sospechoso de la muerte y desaparición de la joven, su padre, falleció el lunes pasado en el Hospital José Molina Orosa, donde estaba ingresado por un cáncer, bajo arresto.

Su madrastra y un hijo de esta se encuentran en prisión provisional, la primera acusada de homicidio y el segundo de encubrimiento, el mismo cargo al que se enfrenta a la cuarta detenida, que está en libertad provisional con la obligación de comparecer en los Juzgados de Arrecife cada quince días.

La joven desaparecida sufrió mientras fue menor de edad malos tratos por parte de su familia, que llevaron a los Servicios Sociales asumir su cuidado, según ha confirmado el alcalde de Tinajo, Jesús Machín, que la conoce desde niña.