Según han señalado algunos de los vecinos de la calle Costa Rica, "todos los días aparecen personas que no son de esta calle y arrojan sus basuras a nuestras puertas, y como sólo hay un contenedor, las inmundicias se amontonan sin control alguno". Peor aún, "los guiris borrachos y los gatos desparraman las porquerías sobre las aceras".

Lo cierto es que, según una señora, "el Ayuntamiento se llevó los contenedores viejos, y los sustituyó por ¡uno solo!, amontonándose la basura a su alrededor. Para eso, mejor hubiera dejado los que estaban". Así que la única solución, "es gastar todos los días, litros de lejía a la puerta de nuestras casas, para evitar el mosquerío".