Desde que se aprobó el PROAC, el plan de ordenación de la acuicultura en 2003 ha sido una polémica constante, en especial después de 2021, dónde la Consejería de Agricultura y Pesca del Gobierno de Canarias aprueba la ordenación de zona de interés acuícola ubicada entre la zona de La Bufona y Punta el Barranquillo, como posible interés para la práctica de esta actividad pesquera.
Ecologistas en Acción ha realizado sucesivas acciones en contra de este plan de ordenación marino, por la afectación de esta actividad en los fondos marinos debido a la alta concentración de materia orgánica generada por los excrementos, el desequilibrio en los ecosistemas locales de alto interés ecológico por la fuga de especies depredadoras como la lubina y la dorada, y la llegada de grasas procedentes del excedente de los piensos y malos olores denunciado en numerosas ocasiones por asociaciones vecinales de la zona durante los años pasados.
En esta ocasión hemos unido fuerzas con el Ayuntamiento de Tías, las asociaciones vecinales de Playa Quemada, las Cofradías de La Tiñosa, Playa Blanca y Arrecife, junto con la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa para conseguir el cese de esta actividad pesquera.
Ecologistas en Acción Lanzarote ha realizado sucesivas alegaciones y denuncias que reflejan la inviabilidad ecológica de este plan de ordenación, para impedir y demandar la cesión de esta actividad a la Consejería de Agricultura y Pesca del Gobierno de Canarias. Pero nuestro desconcierto ha incrementado al anunciarse la aprobación del traslado de las Jaulas Marinas por parte de Piscifactorías del Atlántico S.L. a una nueva localización, sabiendo que la concesión de explotación de las jaulas marinas en la zona de Playa Quemada había vencido ya los pasados meses.
Ecologistas en Acción Lanzarote no llega a entender como la Consejería de Agricultura y Pesca del Gobierno de Canarias, después de la contaminación marina y la afectación a la vecindad de Playa Quemada, dé carta blanca a esta empresa para continuar su actividad en una nueva localización donde se concentra más del 80% de la zona residente en la isla y con la mayor oferta hotelera, además de estar próximas a lugares de importancia ecológica comunitaria, creando la duda sobre quién tomará la responsabilidad de limpieza y regeneración de las zonas afectadas y así como la incapacidad para comprender por qué se continúan aprobando ordenaciones detalladas de la Zonas de Interés Acuícola ante las evidencias de contaminación continuada y la ineficacia de los sistemas de control y sancionador.