ANTONIO LEAL
“Decir que el Plan de Seguridad previsto por el Ayuntamiento se cumplió a rajatabla, gracias a la colaboración y el sentido del deber de los cuerpos y fuerzas del estado y grupos socio sanitarios” lo consideramos poco serio e irreal. El muelle, la playa y todas sus calles durante la celebración de la fiesta estaban hechas un desastre llenas de basuras, de botellones, cristales etc., las imágenes que se podían observar eran dantesca y lastimosas y vergonzantes, gente sangrando por cortes de los cristales, niños menores de edad en coma etílico tirados por las calles, jóvenes que no sabían dónde estaban por la gran cantidad de alcohol consumida, botellones en cada centímetro cuadrado de ese pueblo etc.
Considerar el concejal Festejos, Daniel Morales, el balance de esta nueva celebración de la festividad del Sagrado Corazón de María “de muy positiva y reconfortante”, no deja de ser unos comentarios irresponsables e insultante para aquellos que pudimos observar en situ todo lo ocurrido durante los distintos días festivos pero que además este concejal considerara que “se han cumplido las expectativas en cuanto a diversión por parte de niños, jóvenes y no tan jóvenes, así como en materia de seguridad “es para solicitarle que dimita y no ocupe nunca más un cargo público.
Como puede indicar públicamente el Alcalde Oswaldo Betancort que el Plan de Seguridad, elaborado por el Ayuntamiento en conjunción con los responsables de los cuerpos y fuerzas del estado, así como grupos socio-sanitarios, “fue respetado al máximo y se ha cumplido a rajatabla”, es que estaban ciego y no vieron igual que el resto de los ciudadanos lo que los actos lamentables que ocurrió en la zona.
Desde el pasado viernes hasta el día de hoy 2 de Septiembre llevan realizando las labores de limpieza, un operativo de aproximadamente 25 personas, que cumplen con servicio doble de recogida de basura durante sábado y domingo. Muchas personas empleadas durante varios días para conseguir el acondicionamiento de La Caleta y sus alrededores, para que el pueblo recupere su estado natural. Lo ocurrido en la zona fue lastimoso y muy grave y alguien tiene que poner freno a tanta locura. No se puede intentar ocultar la realidad de los hechos verdaderamente ocurrido.
La fiesta de Famara este año se les escapo de las manos a los organizadores.
Aunque estos intente ocultar la verdad, todos sabemos lo que realmente ocurrió en las fiesta y los políticos del grupo de gobierno y de la oposición deben salir a contar la realidad de los hechos.
En el futuro los organizadores de las fiestas de Famara, deben acabar con tanta locura, con tanto desmadre, con tanto consumo de alcohol en la vía pública y con imágenes tan penosa de los menores borrachos y sin ningún tipo de control.