En cuanto a los 17 detenidos, diez son de nacionalidad española, seis marroquíes y uno sirio. Todos ellos conformaban una organización dedicada al tráfico de drogas entre Melilla, Islas Canarias y la Península, así como a la elaboración de aparatos electrónicos para obtener premios de máquinas recreativas 'tragaperras', según informó la Guardia Civil en nota de prensa.

   Asimismo, se han imputado a otras siete personas en una operación, cuya investigación comenzó en septiembre de 2013 cuando la Guardia Civil detectó el envío a la isla de Tenerife y a la Península de varias partidas de hachís enviadas desde Melilla en dobles fondos de vehículos o en el interior de sus depósitos de gasolina.

   Asimismo, durante la propia investigación se dio a conocer otro de los métodos utilizados para el tráfico del drogas, que consiste en adquirir el estupefaciente en Marruecos e introducirlo en las Islas Canarias en pequeñas embarcaciones que partían de la costa marroquí hacia Fuerteventura o Lanzarote donde, mediante envíos de paquetería, se distribuía por todo el archipiélago.

   La investigación también detectó a otra célula de la organización que actuaba en Andalucía, Extremadura, Madrid, Islas Baleares, Islas Canarias y la ciudad Autónoma de Melilla y que se centraba en hackear y confeccionar artilugios electrónicos para obtener los premios que dispensan las máquinas recreativas 'tragaperras' instaladas en locales de ocio. Esta actividad hacía que cada uno de los miembros de la célula obtuviera unos beneficios aproximados a los 1.000 euros diarios.

   En este sentido, se especificó que durante uno de los registros efectuados en Málaga, los agentes hallaron un taller donde se fabricaban herramientas y otros medios electrónicos que posteriormente eran utilizados.

   El registro dio como resultado la incautación de tres de estas máquinas ya manipuladas y programadas para entregar un premio especial una vez instaladas en algún casino o sala de juego.

   Asimismo, en otros nueve registros realizados en domicilios, se intervinieron 300 kilos de polen de hachís, un arma simulada, máquinas tragaperras y útiles para su manipulación y documentación diversa, entre otros.

   También se ha intervenido y embargado preventivamente nueve viviendas, tres garajes, un local comercial, 17 cuentas bancarias, seis vehículos de alta gama, una embarcación, una moto acuática y una  motocicleta, entre otros, ascendiendo el valor total de los bienes incautados a algo más de un millón de euros.

   La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción Número Tres de Melilla, ha sido realizada por el EDOA de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla y por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa de las provincias de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, apoyados por otras unidades del mismo cuerpo de Almería y Granada.