FOTOS: ANDRÉS MEDINA. Las bocas de entrada y salida de una de las canalizaciones que conduce el agua de lluvia en dirección a la explanada existente junto a las antiguas Maretas del Estado, se encuentran totalmente obstruidas por montones de cartones, maderas y basuras (en uno de los huecos); y por muebles viejos (en el otro). Apuntando a que en el interior de la enorme tubería se encuentren habitando "okupas", con el peligro evidente a que ocurra una desgracia en la época (incierta) de lluvias.