El voto en contra de los miembros del grupo de gobierno del Cabildo de Lanzarote, formado por CC, PIL y PSOE, ha impedido que el pleno de la institución, celebrado el pasado viernes, aprobase una moción presentada por la organización transformadora canaria SOMOS LANZAROTE en favor de la defensa de los valores de la montaña de Tindaya, en Fuerteventura. La institución votó en contra de promover a esta montaña, considerada “sagrada” por los indígenas majos, y que alberga una de las mayores estaciones de grabados rupestres del Archipiélago, como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Desde SOMOS LANZAROTE se pone énfasis en que esta moción era “plenamente propositiva, y no entraba a valorar el proyecto del fallecido escultor Eduardo Chillida para la montaña, que promueven el gobierno de Canarias y el Cabildo de la isla vecina y que nada tiene que ver con los valores históricos ni ambientales de aquel espacio”. “Tampoco se planteaba en la moción la legítima crítica frente a las decenas de millones de euros que se han esfumado de las arcas públicas canarias sin haber movido aun ni una piedra”, aclaran desde SOMOS LANZAROTE.
Lejos de la crítica, la iniciativa instaba a la corporación lanzaroteña a cooperar con las instituciones competentes en la protección y difusión del patrimonio cultural y ambiental del conjunto de Tindaya, al tratarse de una de las principales aportaciones de la cultura de los majos (antiguos pobladores de Lanzarote y Fuerteventura) a la sociedad canaria actual y al patrimonio cultural universal.
Precisamente, la segunda parte de la propuesta pretendía que el Cabildo promoviese, junto al resto de instituciones canarias, la declaración de la montaña sagrada como Patrimonio Mundial de la Humanidad, al cumplir muchos de los criterios que la UNESCO establece para la inscripción en este catálogo, en el que se hayan los grandes hitos culturales y medioambientales del planeta, y que supondría una promoción incomparable para Tindaya y la isla. Sin embargo, al igual que sus organizaciones en la isla de Fuerteventura, CC y PSOE en Lanzarote votaron en contra de propiciar este galardón.
Para SOMOS LANZAROTE, que partidos como Coalición Canaria o el PSOE se opongan a que Tindaya aumente su grado de reconocimiento y protección demuestra que, en realidad, el proyecto escultórico y turístico que pretenden para la montaña, consistente extraer la tranquita para perforar un agujero de 50 metros en su interior, atenta contra los valores patrimoniales que conserva este espacio. En ese mismo sentido se ha pronunciado buena parte de la comunidad científica canaria, que considera necesaria la protección integral del monumento, así como la divulgación del patrimonio existente a través de un proyecto acorde con la riqueza que Tindaya alberga desde hace siglos.
Además, desde SOMOS LANZAROTE se señala la contradicción de la que Coalición Canaria lleva haciendo gala a lo largo de sus décadas de gobierno, cuando, por una parte, se “vende” como partido nacionalista ante el electorado, mientras que promueve proyectos que degradan o destruyen el frágil medio natural insular, así como la herencia cultural recibida por el pueblo canario de sus antiguos. “No pueden hacerse llamar nacionalistas quienes no apuestan por potenciar la protección de un legado cultural de primer orden como el que atesora Tindaya, aduciendo argumentos como que estamos hablando de otra isla, cuando se trata de un patrimonio cultural que nos identifica como canarios y canarias, y que merece ser reconocido como patrimonio de la humanidad”.
De cualquier manera, desde SOMOS LANZAROTE consideran que votaciones como esta dejan en evidencia “las contradicciones” de los promotores del proyecto de Chillida, “que hablan de conservar pero se niegan a inscribir en un catálogo de protección, y que usan el argumento de la generación de riqueza y puestos de trabajo, mientras se posicionan contra un reconocimiento, el de Patrimonio Mundial, que colocaría a la isla y al patrimonio indígena en primera línea de los atractivos para su visita; lo que en realidad buscan es el negocio de unos pocos, y cada vez es más evidente”, concluyen.