El grupo político de Somos Lanzarote en el Cabildo ha pedido la comparecencia ante el Pleno insular del presidente, Pedro San Ginés, para interrogarle sobre el vínculo existente entre los Centros de Arte Cultura y Turismo, a través del museo submarino, y Marina Rubicón, cuya licencia está siendo investigada en el seno del llamado “caso Yate”.
El nuevo centro turístico del cabildo, creado por iniciativa del presidente y bautizado como “Museo Atlántico”, se encuentra frente a este puerto deportivo y desde hace más de año y medio se mantienen arrendados varios de sus locales que sirven como “talleres” del museo. Para la organización transformadora insular es una indecencia que se esté beneficiando desde lo público a una instalación que constituye uno de los “epicentros del urbanismo salvaje y de supuestas tramas corruptas”.
La petición de comparecencia se realiza durante la semana en que ha comenzado a juzgarse el caso por el otorgamiento masivo de licencias ilegales en el sur de la isla, y después de que el exalcalde del municipio de Yaiza haya reconocido recibir dádivas de los empresarios con intereses en el puerto, entre ellas el amarre gratuito en dicho muelle, y el exsecretario haya admitido que emitió informe favorable “a sabiendas de su manifiesta ilegalidad”.
Como recuerda Somos Lanzarote en su petición de comparecencia, este puerto, ubicado sobre lo que fue la Playa de Berrugo, constituyó durante casi una década “el centro de las reivindicaciones ambientalistas insulares, como símbolo de un urbanismo salvaje e insostenible que destruye el territorio al margen del planeamiento y la legalidad”.
Además, en la exposición de motivos, se enumeran los episodios que rodearon el otorgamiento de la licencia: tres años después del inicio de las obras, con el puerto prácticamente terminado, sin informe de compatibilidad con el PIOT y en lo que según la Agencia de Protección del Medio sería espacio de dominio público marítimo-terrestre. Hechos que han llevado al Ministerio fiscal a solicitar que la licencia sea declarada nula.
Para Tomás López, consejero y portavoz de Somos Lanzarote en el Cabildo: “es una vergüenza que Pedro San Ginés decidiera vincular de este modo la marca de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, que representan lo mejor de la combinación entre la naturaleza de la isla y la genialidad artística de creadores como Manrique o Soto, a uno de los peores episodios de desarrollismo urbanístico, la destrucción ambiental y el más que evidente conchaveo político-empresarial”.
Proyecto privado con dinero público
Una de las cuestiones que pretende dilucidar Somos Lanzarote a través de la interpelación al presidente San Ginés es cómo se gestó el proyecto de creación de un museo submarino -hoy “Museo Atlántico”- en las inmediaciones del Puerto Deportivo Marina Rubicón; de dónde partió la propuesta, antes de que fuese aprobada por el Consejo de Administración de los CACT en octubre de 2014, durante la pasada legislatura.
“Entre todas las necesidades identificadas en la Isla de Lanzarote, desde luego nadie hubiese imaginado que estaría la creación de un museo submarino frente al puerto Marina Rubicón, con dinero público y con un autor sin vínculo con la Isla, como el escultor Jason DeCaires”, opina Tomás López, por lo que considera que estamos “pagando con dinero de todos los lanzaroteños y lanzaroteñas una iniciativa privada, de los empresarios del puerto”.
Además, López interrogará durante el próximo Pleno a San Ginés sobre si se tuvo en cuenta, antes de vincularlo a la marca de los Centros de Arte Cultura y Turismo, “el historial de Marina Rubicón en lo referente a su relación con las luchas ambientales y contra el urbanismo salvaje; a la forma en se produjo el otorgamiento de licencias y la construcción del puerto; y a las investigaciones judiciales por corrupción que desde hace años se vienen realizando al respecto”.
También se han interesado desde Somos Lanzarote por los detalles del contrato de arrendamiento respecto a su fecha de inicio y finalización; las prerrogativas del artista Jason DeCaires en los talleres allí instalados así como las clausulas que supongan publicitar el puerto Marina Rubicón o la posibilidad y costes de la rescisión del mismo