El grupo político de Somos Lanzarote en el ayuntamiento de Teguise considera que la recién aprobada ordenanza de seguridad y convivencia ciudadana “genera problemas en donde no los hay”, al copiar de manera casi literal normas aprobadas por otros municipios del Estado, sin tener en cuenta la idiosincracia de un municipio abierto, tolerante y turístico como Teguise.
Entre las prohibiciones que establece esta norma se encuentra, por ejemplo, la de practicar el naturismo, una costumbre común en varias zonas del municipio, como el Charco del Palo o la playa de Famara, desde hace décadas.
La ordenanza, a pesar de incorporar aspectos positivos, no ha sido adaptada a un municipio insular, turístico y abierto como es Teguise, en donde nunca se han generado problemas de convivencia y están normalizadas muchas de las prácticas que el texto prohibiría. Somos Lanzarote lamenta que el equipo de Oswaldo Betancort se limite a hacer un “copia y pega” de ordenanzas similares de ciudades como Salamanca, a pesar de las obvias diferencias de estos espacios urbanos respecto a la realidad del municipio de Teguise.
Además, Somos Lanzarote considera que el grupo de gobierno de Oswaldo Betancort ha usado una vez más la mayoría absoluta de Coalición Canaria para pasar “el rodillo” sobre un asunto tan consensuable como es la convivencia entre los vecinos y quienes visitan el municipio.
De hecho, las alegaciones presentadas al primer documento, tanto por partidos políticos como por ciudadanos, fueron desechadas casi en su totalidad por el consistorio en el último pleno celebrado en el municipio, a pesar de la “coherencia de muchos de los planteamientos”, argumentan desde Somos Lanzarote. De esta manera, se ha optado por una norma que se presta a la interpretación subjetiva y rígida, en la que se llega a prohibir, por ejemplo, que un menor pueda ir en bicicleta por una acera, aunque sea acompañado de sus padres y en dirección a una zona de esparcimiento.
Se prohíbe el nudismo pero se promociona turísticamente
Uno de los aspectos más llamativos de la ordenanza es que, en el primer documento que se aprobó por el consistorio, se prohibía transitar por vías públicas, e incluso “por zonas privadas pero fácilmente visibles desde espacios públicos”, “total o parcialmente desnudos”, sin especificar si podría transitar o permanecer en ropa de baño, tal y como se había copiado de otras ordenanzas, sin tener en cuenta la realidad del municipio.
Una segunda versión permite el uso de piezas de baño “en piscinas, playas y sus inmediaciones”, sin embargo, la ordenanza prohíbe la práctica del nudismo, normalizado en zonas costeras como la playa de Famara o el Charco del Palo desde hace décadas. “Oswaldo Betancort sigue empeñado en usar la herramienta de copiar y pegar ordenanzas ajenas, echando por tierra décadas de normalización de prácticas que han consolidado a Teguise como un municipio abierto y tolerante, reconocido dentro y fuera de nuestras fronteras”, opinan desde Somos Lanzarote.
De hecho, la propia página web de turismo municipal promociona
( vistar enlace: http://www.turismoteguise.com/es/playa-charco-de-el-palo.php ) el Charco del Palo como un “recóndito lugar frecuentado por naturistas donde es muy común ver por sus calles y caminos de arena a personas de todas las edades completamente desnudas”, un “atractivo” que va en contra de la recién aprobada ordenanza. De hecho, concejales como Eugenio Robayna, de Coalición Canaria, han insistido en entrevistas otorgadas durante esta misma semana, en que “en Teguise no hay ninguna playa homologada para hacer nudismo”, posiciones retrógradas que generan, a juicio de Somos Lanzarote, un conflicto que nunca había existido en el municipio.