Somos Lanzarote, a través de su portavoz en el Cabildo, Tomás López, ha presentado una moción al pleno pidiendo la implicación de la institución y del Consorcio del Agua para revertir la situación de degradación y falta de salubridad que, tras más de una década de promesas incumplidas, siguen sufriendo los vecinos y vecinas de las calles Portugal, Triana y alrededores, en pleno centro de Arrecife, donde se ubica una Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR).
Para Somos Lanzarote, resulta vergonzosa la imagen que proyecta esta zona tan dénsamente poblada, “impropia de una ciudad desarrollada”, así como los continuos malos olores y situaciones de insalubridad que sufren quienes viven y trabajan en este entorno de Arrecife. “Los vecinos y vecinas se preguntan qué fue del traslado que altos cargos de Coalición Canaria prometieron en 2005, o del parque urbano que Pedro San Ginés vino a “vender” un año antes de las últimas elecciones”, asegura el portavoz de la formación asamblearia.
Rehabilitar todo el entorno para disfrute de la ciudadanía
Por ello, la moción exige que Cabildo de Lanzarote que incluya en los próximos presupuestos una partida específica para la rehabilitación de “todo el entorno de la estación de bombeo de la calle Portugal, generando una zona urbana de esparcimiento para los vecinos y vecinas que integre también los alrededores de la EBAR, trabajando junto al Ayuntamiento de Arrecife para integrar de manera coherente otros espacios públicos aledaños, como el deteriorado parque infantil ubicado justo en frente”.
Además, la iniciativa pide que el Cabildo de Lanzarote y el Consejo Insular de Aguas elaboren y ejecuten, junto a la empresa concesionaria del servicio del agua en Lanzarote, un plan para minimizar las emisiones de malos olores y para higienizar, desinsectar y desratizar todo el entorno de la EBAR de la calle Portugal, a la espera de su traslado.
Y es que la propuesta de Somos Lanzarote pide al Cabildo que busque la financiación para el “definitivo cambio de ubicación de la estación de bombeo hacia un lugar en que no afecte de manera tan directa a la población, pudiéndose comprometer partidas de fondos como el FDECAN, en la línea contemplada para infraestructuras hidráulicas”.
Una década de engaños
Somos Lanzarote considera que “la cronología de las promesas políticas respecto al futuro de la estación de bombeo y de este entorno debería avergonzar a quienes han sido los responsables de la gestión del agua en la Isla”.
Recuerdan que en 2005, el por entonces director general de Aguas del Gobierno de Canarias, Orlando Umpiérrez, de Coalición Canaria (hoy secretario local del partido en la capital), anunció junto a la exalcaldesa María Isabel Déniz (también de CC) que “en el verano de 2007” esta estación bombeo estaría trasladada a las inmediaciones de la Casa Cabildo.
En enero de 2009, las obras para trasladar la estación de bombeo a la entrada de Arrecife, cerca del Cabildo, fueron adjudicadas a la empresa Bruesa, por un importe total de 1.458.301 euros. Tras varios retrasos en la ejecución de la obra, la empresa terminó quebrando y Acciona se hizo cargo de terminar los trabajos. Después, Canal Gestión advirtió, al tomar el control del ciclo integral del agua, de que “las obras realizadas no responden a una solución adecuada”.
En 2014, el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, aseguró que se había encomendado a Canal Gestión que pusiera sobre la mesa “la solución técnica más adecuada” y que “la empresa adjudicataria estaba redactando un proyecto con este fin, a pesar de que esta intervención no estaba prevista en la oferta económica y el Plan de Inversiones presentado por Canal Gestión”.
Al respecto, San Ginés aseguró que Canal Gestión, junto al Consorcio del Agua, estaban “dispuestos a resolver este problema histórico, confiando en que a lo largo de 2014 quede concluido, evitando que los vecinos de la zona sigan sufriendo ruidos y malos olores”.
El mismo año, víspera del electoral, Pedro San Ginés se presentó a los vecinos de la zona con un proyecto según el cual los olores prácticamente desaparecerían, las dimensiones de la EBAR se minimizarían y en su lugar se construiría un parque urbano para el disfrute de la ciudadanía que vería “compensados” los años en los que ha soportado los malos olores y la insalubridad.
A día de hoy, finales de 2018 los malos olores y la insalubridad continúan, la imagen resulta lamentable y el entorno se ha convertido en uno de los más degradados del centro de Arrecife.