Por Marciano Acuña, candidato al Senado por Lanzarote. Coalición Canaria
A grosso modo esta pregunta tiene una respuesta sencilla; Art, 66 Const.: potestad legislativa del Estado, la aprobación de sus presupuestos, y el control de la acción del Gobierno, pero hablemos canario, hablemos claro.
El Senado como cámara territorial que es, debe servir para defender los intereses y objetivos de las distintas comunidades autónomas que lo representan. Y con el actual escenario político existente en el marco del Estado Español, en la próxima configuración del Senado, se debatirá sobre el nuevo modelo de España a la que estamos abocados a girar. La nueva etapa que nos toque vivir conllevará, sin excusas, una reforma de la Constitución y un nuevo modelo de relación entre las comunidades en el Estado.
Para un territorio alejado e insular resulta imprescindible colocar en el centro del debate los problemas relativos a la insularidad y la lejanía. Si nosotros no somos capaces de relativizar el epicentro de la vida política, nadie se va a preocupar de nuestras necesidades. El bienestar de nuestra gente, el mayor progreso social y de igualdad, el desarrollo socio económico de esta tierra requiere del compromiso de un partido de obediencia canaria.
Nosotros queremos un Senado más justo, más sensato. Un senado moderno, en un marco de una Europa moderna.
Es por ello que Lanzarote no puede dejar de estar en ese debate, no podemos faltar a una cita que marcara el devenir de Canarias, el devenir de Lanzarote. Esta isla, necesita de políticas estables, duraderas, con formaciones como Coalición Canaria que, siendo de esta tierra, propicien una planificación de acciones que nos devuelvan la esperanza en la Política con Mayúsculas. Por ello, Lanzarote no puede dejar de estar con voz propia en este escenario político, donde su resonancia permite poner sobre la mesa su realidad propia, plantear propuestas de inversión y solicitar comparecencias para defender nuestros derechos como pueblo.
Será éste un Senado diferente, que no sólo quedará como una cámara de “segunda lectura”, será una cámara con fuerza, con mayores competencias, en un giro a un sistema más simétrico, más justo con las comunidades autónomas o quien sabe, si con un sistema de Estados Federados, con un Senado Español tipo el Bundesrat Alemán .Pero bueno, lo que si sabemos, es que el nacionalismo canario debe estar en ese sillón que hay en el Senado, un sillón que tiene nombre propio, Lanzarote.
Es tiempo de Canarias, es tiempo de Lanzarote.