Ya sabemos por qué el gobierno canario no quería hacer pública la carta que Paulino Rivero envió el pasado 13 de noviembre a Mariano Rajoy. Les daba vergüenza, no querían que supiéramos que el presidente canario, máximo dirigente de una especie de partido político que se define nacionalista, lo que hace en su misiva es chivarse al presidente español del aumento del número de independentistas en Canarias y, además, le pide que haga algo para frenar esa tendencia.

En la carta que pueden leer más abajo, el Mencey llega a escribir literalmente: “Desde Madrid se está abonando el terreno para que broten con fuerza sentimientos y posiciones separatistas como no ha ocurrido con fuerza desde los años sesenta”. Además se ofrece a echar una mano para frenar ese crecimiento del independentismo: “sabes que cuentas, como siempre, con mi disposición para tratar estos asuntos y buscar soluciones desde la lealtad institucional a la que obligan nuestros respectivos cargos”. Durante toda la misiva el Mencey se muestra preocupado por “la desafección hacia España”.

Cuenta wikipedia que “nacionalismo” es una ideología y movimiento sociopolítico que plantea el principio de “soberanía nacional”. que mantiene que la nación es la única base para la construcción del Estado y el principio de nacionalidad que plantea que se mantendría que cada nación debe formar su propio Estado, y que las fronteras del Estado deberían coincidir con las de la nación.”

Esta definición de nacionalismo explica la trayectoria política de otros partidos como el PNV, Eusko Alkartasuna, Ezquerra Republicana de Cataluña, Ciu, Bloque Nacionalista Galego. En Parlamento vasco votó a finales de la década de los ochenta del siglo pasado una proposición en defensa del derecho de autodeterminación. En 2004 y en 2007 volvió a llevarse el asunto a la cámara de Gastéiz. En Cataluña CIU y Ezquerra tienen un acuerdo para preguntar los ciudadanos catalán qué camino quieren hacer.

En Canarias Coalición Canaria no ha llevado nunca el derecho de Autodeterrminación a ninguna institución. Sus portavoces en el Congreso de los Diputados de Madrid fueron los únicos de los que se definen nacionalistas que votaron en contra del conocido como Plan Ibarrertxe. Ya lo dijo el expresidente del PNV Xabier Arzallus para referirse a Coalición Canaria: “A estos canarios les das una carretera y tienes su voto garantizado”.

De cualquier dirigente nacionalista se puede esperar que aproveche los sentimientos de la población en contra del Estado precisamente para avanzar en la conciencia nacional de su país, en la posible construcción de un nuevo Estado propio. Lo están haciendo en este momento los partidos nacionalistas en Cataluña, y lo han hecho en Euskadi y Galicia.

¿Se imaginan a un lendakari del PNV, de EA o de Bildu mandando una carta a la Moncloa o al Rey porque está preocupado por la desafección de los vascos a España, y ofreciendo su colaboración a Rajoy para frenar esa desafección? ¿Se imaginan a Artur Mas escribiendo en una carta al rey que está aumentando el número de “separatistas” en Cataluña? Pues habría que tener mucha imaginación para pensar eso. La misma imaginación que ya tienen los que llaman nacionalista a Coalición Canaria.