El Museo Arqueológico de Lanzarote recaudó un total de 5.463 euros a lo largo de 2019, lo que arroja unos ingresos medios mensuales de 455,25 euros, y tuvo unos costes directos de explotación, es decir, los correspondientes a sueldos y salarios, seguridad, limpieza, aprovisionamiento, gastos de reparación y conservación y servicios profesionales que se elevaron hasta los 191.278,95 euros. Por tanto, la polémica instalación de la calle Fajardo, en Arrecife, generó unas pérdidas de 185.815,95 euros durante 2019.
“Estos números dejan claro que el pretendido modelo de gestión de una de las mayores chapuzas cometidas en la historia de la política insular está lejos, muy lejos, de la coherencia, el sentido común y la responsabilidad que deben imperar cuando se trata con dinero público. Alguien debe salir a explicar a la opinión pública por qué se dio luz verde a este proyecto, qué números presentaba el Plan de Viabilidad del Museo Arqueológico, si lo hubo, y, sobre todo, qué se pretendía inaugurándolo un mes de diciembre, a escasos cinco de las elecciones de mayo del pasado año, sin estar finalizado aún” apunta el consejero delegado de los CACT, entidad que gestiona la instalación por encargo del anterior grupo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote, Benjamín Perdomo.
Perdomo anuncia, también, que está analizando “con rigor y detalle” lo que supone para la Entidad mantener una instalación ruinosa, “en el más amplio sentido de la palabra”, para determinar la estrategia a seguir.
Hay que recordar que la adquisición de la casa de la calle Fajardo se valoró, inicialmente, en 1,6 millones de euros, pero que la presidenta del Cabildo de Lanzarote y de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, María Dolores Corujo, elevó hasta los 5 millones de euros lo que ha gastado la Primera Institución insular en “la compra de una vivienda que, a día de hoy, no puede convertirse en museo“.