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Con una abstención record próxima al 60 por ciento (57%) y un perverso sistema electoral, el neoliberal Macron (Emmanuele) obtiene una absolutísima mayoría absoluta en la Asamblea francesa, abstención que, por primera vez, coloca también como diputada a la representante de la extrema derecha Marine Le Pen con 8 escaños, motivos por los cuales una ínfima minoría de la sociedad obtiene una representación parlamentaria de absoluta mayoría. Por el contrario, si la participación hubiese sido similar a la que tuvo lugar en las ejemplares pasadas elecciones holandesas, que alcanzó el 82 por ciento, y el reparto de escaños hubiese sido directamente proporcional al número de votos emitidos, Macron hubiera obtenido una representación parlamentaria minoritaria y Le Pen “ni por asomo”, hubiese sido diputada.
Macron se aproxima bastante al prototipo de las élites tecnocráticas y financieras de la Europa de los mercaderes, enemigo acérrimo de los partidos políticos, aunque fundó uno para presentarse a las elecciones diseñado a su imagen y semejanza, con las iniciales de su propio nombre EM ( En Marche!), teniendo la precaución de anteponerle La République una vez vivida la experiencia de las presidenciales, con la firme determinación de acabar con sus competidores en la derecha (Los Republicanos). Con los socialistas, que lo hicieron ministro, ya había acabado, no en vano el ex–primer ministro, Manuel Vals, había dado por fenecido a su propio partido ofreciéndose para integrar las filas de Macron.
El dato dignificante es que los nacionalistas corsos entraron en la Asamblea con 3 de los 4 escaños que corresponden a la isla, lo que debe ser un heroico ejemplo para los electores canarios que, aún de forma mayoritaria, dan la espalda a la urnas, lo que ha dado lugar a que el verdadero nacionalismo canario aún sea una entelequia testimonial por lo menos a nivel institucional.
Una situación similar al macronismo sigue vigente actualmente en Canarias, donde ‘Colisión ‘ Canaria, la tercera fuerza en votos, 165.446 en las elecciones del 2015 (14 por ciento de la población canaria) y por quinta vez consecutiva, preside el gobierno títere de la metrópoli en Canarias merced a la ley electoral más injusta jamás aprobada en ningún otro parlamento a nivel mundial y que exige un 30 por ciento en cada isla para obtener representación parlamentaria lo que, en la práctica, se traduce en que de cada isla sólo puede haber un máximo de tres y sólo tres partidos en el pseudoparlamento de Canarias o, lo que es lo mismo, el régimen tripartito, tradicionalmente representado por la propia ‘Colisión’ y los también españolistas Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Partido Popular (PP) que, alternativamente, pactan las instituciones canarias, poniéndolas al servicio del más rancio colonialismo, se reparten las migajas que les echan sus amos metropolitanos.
Lo curioso del caso es que el representante institucional más virulento actualmente en contra de los injustos topes electorales es el ex-presidente del pseudogobierno de
Canarias (gracias a esos topes electorales), ex-vicepresidente de la Caja Insular de Ahorros (entregada a los saqueadores de Bankia con la falsa excusa de que no era viable y que el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario retornará a su legítimo propietario, el pueblo canario, junto con CajaCanarias, usurpada por la Caixa), presidente de Nueva Canarias (vieja política) Román Rodríguez.
Su última hazaña ‘nacionalista’ consistió en, por medio del diputado Pedro Quevedo, apoyar los antisociales y militaristas presupuestos de Mariano Rajoy, perpetuándolo en el gobierno metropolitano y a sus esbirros en este colonia en el reparto del poder con los de la ‘Colisión’, intentando engañar a nuestro pueblo con unos supuestos millones de euros (€) que administrarán los de Rajoy, unos descuentos en el transporte que se enbolsillarán las compañías aéreas y marítimas, como siempre y un transporte de mercancías subvencionada para beneficio de los propietarios de los que fletan los cargueros.
Tanto Nueva Canarias como ‘Colisión’ Canaria se definen como nacionalistas canarios, olvidándose de la sentencia de nuestro compatriota Juan Valiente cuando definía certeramente al nacionalismo diciendo que “nacionalismo viene de Nación como tabaquería viene de tabaco”, falsos nacionalistas por lo tanto que juran acatar la constitución española, que niega el derecho a la independencia dentro del actual Estado español, derecho a la independencia que, sin embargo, dicha constitución toma buena nota de reservar para España.
Tengamos en cuenta que el suculento Producto Interior Bruto de Canarias (PIB) roza, si es que aún no supera, los 43 mil millones de € y cuyos impuestos ascienden por lo menos a 18 mil millones, de ahí nuestra propuesta de la “hacienda verdadera”, una Hacienda Canaria que administre esos impuestos, triplicando el actual presupuesto del gobierno títere de España en esta colonia, lo que nos permitirá acabar con el paro y la miseria en un año, justo el tiempo de una recaudación anual e inversión de nuestros impuestos, aumentando el presupuesto en Educación hasta el 7 por ciento, en Sanidad hasta el 12 por ciento y el del sistema Científico-Tecnológico hasta el 5 por ciento del PIB respectivamente.
Llamamos a absolutamente todos nuestros compatriotas, porque no sobra nadie, tanto en el interior de nuestra querida patria, Canarias, como los que aún, desgraciadamente, están en la diáspora, para poner en marcha las instituciones de la República Democrática Federal Canaria en el sendero de nuestra libertaria emancipación.