Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario
El gobierno no tan en funciones (véase al respecto los recientes nombramientos del ministro Morenés en defensa o el escándalo internacional provocado por la propuesta del ex ministro Soria, J. M. como director ejecutivo del Banco Mundial) del más que conservador y mal denominado Partido Popular (PP) español continúa aplicando su reaccionario rodillo sobre absolutamente todo el territorio del Estado español o sea del estado de cosas que hay en España según definición del no menos conservador Cánovas del Castillo, que sin embargo llegó a afirmar, no sin razón, que “español era el que no podía ser otra cosa”.
En la remota fecha del 20 de diciembre del año 2015 se celebraron unas antidemocráticas elecciones en ese antidemocrático Estado en las que la Junta Electoral Central rechazó las candidaturas del Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario al negarse a presentar los también antidemocráticos avales al considerarlos discriminatorios por exigírseles a los partidos políticos sin representación parlamentaria o de nueva creación así como a las agrupaciones de electores y no a los que ya tienen representación, lo que infringe gravemente la legislación internacional, suscrita por España, específicamente the European Court of Human Rights, lo que ha sido recurrido por el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, aunque sin muchas esperanzas, por sus poco transparentes actuaciones contra nuestra organización, sobre todo desde que los letrados y jueces españoles forman parte del mismo, obscuro asunto que desvelaremos en otra ocasión ante la opinión pública y los medios internacionales de comunicación masiva.
Ante la negativa del colonialismo a proclamar nuestras candidaturas hemos pedido el voto nulo, mediante la única consigna libertaria en una colonia: “Descolonización e Independencia”, con bastante éxito por cierto, en esa nueva farsa electoral o mejor sainete como hemos defendido en numerosas ocasiones por la burla que las mismas suponen a los electores. No confundir el voto nulo con la abstención, que beneficia a la extrema derecha como hemos argumentado en numerosas ocasiones, abstención, lamentablemente, reivindicada por un sector del nacionalismo canario, aunque minoritario, para regocijo del colonialismo que ni en sueños imaginó esta inestimable colaboración, con el falsario argumento de que absteniéndonos lograremos nuestra libertad, falso de toda falsedad, pues es la unidad y no la abstención quien nos hará libres. El PP, no es casualidad, está buscando incrementar la abstención en los sucesivos sainetes electorales, de ahí que pretenda realizar la siguiente convocatoria el 25 de diciembre, día de Navidad o, más apropiadamente, importante fecha del calendario científico en el que la humanidad entera celebra el Solsticio de Invierno. No será con nuestro consentimiento.
En las elecciones del 20 de diciembre el PP obtuvo una mayoría parlamentaria insuficiente para nombrar un candidato a presidente del gobierno, lo que viene a corroborar otra de las deficiencias del pretendido sistema democrático español y es que los electores no eligen al presidente del gobierno sino a parlamentarios en las distintas circunscripciones electorales que luego son los que eligen al presidente del gobierno. Téngase en cuenta además que el Jefe del Estado es un cargo vitalicio y hereditario, ejercido actualmente por el autodenominado Felipe VI, un Borbón con ansias imperiales en la tradición de Felipe II (“el imperio en el que jamás se ponía el sol”), Felipe IV, Felipe V, etc.
Mariano Rajoy, popularmente conocido como “Marianito el Corto”, como candidato del PP a continuar ocupando la presidencia del gobierno se negó a presentar su candidatura ante el congreso de los diputados con el argumento de que no disponía de los apoyos suficientes, con lo que de facto seguía ejerciendo de presidente “per saecula saeculorum” en un golpe de Estado nada encubierto, con la complicidad y connivencia del Felipe VI que lo designó como candidato.
La posterior designación del candidato socialista, Pedro Sánchez, condujo a la convocatoria de otro sainete electoral de la democracia a la española, pues el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en un pacto con Ciudadanos liderado por Alberto Ribera y de las JONS, no alcanzó la mayoría suficiente, dado que el PPSOE, “todos a una, Fuenteovejuna”, ha pactado la negación de los derechos nacionales de los pueblos integrados por la fuerza de las armas en el Estado español y se niegan a recabar sus apoyos.
El sainete, perdón, las elecciones se celebraron el 26 de junio, aumentando el PP su representación parlamentaria merced a un sonado pucherazo que sus adversarios ni siquiera se han molestado en recurrir ante los tribunales, presentando el PP como candidato nuevamente a Rajoy que, en pacto ahora con los de Ribera y de las JONS, tampoco consiguió mayoría suficiente pues, como se comentó anteriormente, han pactado la antidemocrática negación de los derechos nacionales de los pueblos sometidos por el régimen monárquico y colonial, entre ellos los de Canarias, colonia española desde el primer asentamiento del colonialismo en El Rubicón, Titerroygakat (Lanzarote), colonialismo que hemos rechazado la única vez que desde esa remota fecha nos han consultado al respecto mediante el glorioso Referéndum celebrado el 12 de marzo de 1986, aún pendiente de ejecutar, lo que viene a corroborar la catadura moral del régimen monárquico y colonial, de escasa, por no decir nula, tradición democrática.
La buena noticia es que ninguno de los antidemocráticos pactos de los partidos al servicio del borbonato han conseguido quebrar la unidad anticolonialista,muy al contrario, los anticolonialistas, tanto canarios como de los hermanos pueblos del resto de España, somos más y seguimos más fuertes que nunca.