Un conocido militante independentista de la Isla de Gran Canaria, se ofrecía hace apenas unas horas, a asumir los costes que supone el ofrecimiento gratuito de banderas nacionales Canarias para participar con ellas en los actos previstos, en este mes de Octubre, con motivo de un nuevo aniversario de su creación. No estamos autorizados a dar su nombre, pero desde aquí nuestro más sincero agradecimiento por tan patriótico acto. Un acto que sin duda le honra y que viene a sumarse a los de ese enorme ejército de compatriotas que entregan lo que tienen, su vida entera, por ayudar a la causa nacional. En esa misma sintonía centenares, miles de compatriotas, arriman su hombro al de otros, cruzan los dedos y animan su pulso esperando que la unidad independentista siga avanzando, siga dando pasos que durante décadas fueron hacia atrás y hoy se pretenden firmes y sólo hacia adelante. 

En el otro extremo se sitúan, por voluntad propia, quienes no parecen entender que la mejor bandera es aquella que nos define como distintos a la soberbia o la prepotencia tan característica de nuestros adversarios, los españolistas.  Aquellos que no han aprendido que la Patria Nueva que queremos construir no es la del insulto, la falta de respeto, la grosería gratuita o una negatividad que no casa con una lucha y una causa, la independentista, que tiene argumentos, razones, principios y valores suficientes que aspiran a una sociedad mejor.

A Canarias se la defiende y aún se lo hace más ejemplarmente si no se recurre a ninguna palabra o formas que la denigren o avergüencen. A la causa canaria se la difunde, promociona y conciencia y mejor aún si va quedando patente que nuestra educación, respeto y sentido común hace más digno nuestro ideal y objetivos.

El sello del independentismo canario tiene que ir de la mano de la misma idiosincrasia de nuestro pueblo, noble, de corazón noble, que empatiza y es sensible para huir de moldes que repudiamos como la prepotencia, la altanería y el desprecio. A aquellos que desde nuestras filas actúan como verdaderos godos canarios, debemos ponerlos en su sitio, dejarles claro que a esta patria y su causa se la respeta siempre también con las formas, el saber estar y el mejor sentir. No caben las medias tintas, ni el perdonar actitudes que son indecorosas y dan una imagen penosa del independentismo en su conjunto. 

Hijos e hijas de Canarias somos, a la causa nos debemos y dando la mejor imagen posible ganaremos el respeto que merece.