Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario
Como ya sabemos, Canarias es base militar de la OTAN por no respetar el gobierno y el estado español nuestra democrática decisión de no pertenecer a la misma. Después de convocarse el único referéndum en un reino considerado, falsamente, demócrata, los isleños canarios manifestamos hace treinta años, con la fuerza rotunda de una mayoría absoluta, el NO A LA OTAN.
No queremos tener nada que ver con ningún tipo de organización armamentística, belicista y genocida. Los canarios somos gente tranquila, pacífica y pacifista, habiendo dejado bien claro que no apoyamos ni promocionamos ninguna guerra. Somos territorio neutral y no somos cómplices ni partícipes de las barbaridades que comete la OTAN en el mundo, barbaridades millonarias financiadas por las empresas estadounidenses Carlyle Group y Halliburton con un sencillo proceso: [1]
•Venden armas (se necesitan bombas, transporte, metralletas, etc).
•Venden “servicios” a los soldados (comida, letrinas, telecomunicaciones, gasolina, medicamentos, lavandería, transporte, etc).
•Destruyen todo lo que pueden: edificios, infraestructuras energéticas, agua potable…
•Finalmente “reconstruyen” todo lo destruido.
Tener el poder hegemónico, incluyendo el cultural, cuesta mucho dinero, pero las guerras lo han convertido en un negocio redondo y además subvencionado, generalmente paga la “comunidad internacional”, los contribuyentes de todo el mundo en nombre de la paz mundial.
La OTAN necesita estar presente en cualquier país o zona económicamente estratégica utilizando argumentos absurdos como enseñar a quienes ya saben, dar de beber a quienes les han contaminado las aguas y secado los ríos, curar a quienes enferman con la explotación laboral e infantil, dar de comer a quienes les han saqueado los millonarios minerales, les has robado las materias primas y les has esterilizado los suelos agrícolas, proteger a quienes vendes armas y a quienes les provocan guerras civiles, ayudar a quienes sigues saqueando, explotando, sometiendo y desgraciando. Eliminando cualquier forma de identidad de un pueblo o civilización se suprime la existencia, el reconocimiento, la diferencia y, sobre todo, también las fronteras. Este es el gran negocio de la OTAN.
Intentando pasar lo más inadvertido posible, sin llamar mucho la atención y aprovechando la inconsciencia, la indiferencia, la ceguera y el miedo de nuestra gente, en nuestras islas, de manera sublime y muy sutilmente, pasa exactamente lo mismo. La única diferencia es que aquí somos todos del mismo color, somos blancos y esta invasión pasa muy desapercibida, es casi invisible a los ojos de los nativos. Si fueramos negros otro gallo cantaría. Como muy bien explica el compatriota Jorge Ancor Dorta en su artículo El ejército español en Canarias, el falso protector, "las bases militares no están diseñadas como una base de defensa sino como una base de ‘reconquista’ en la propia terminología militar. La reconquista no se refiere a reconquistar la isla de una ocupación extranjera, sino a reconquistarla de los propios canarios. En realidad estamos pagando un ejercito colonial de ocupación para mantenernos controlados y aislados. Su diseño no es de defensa frente a un enemigo exterior sino de contención de la población inferior. Desde los medios españoles necesitan vendernos la amenaza marroquí porque saben que en canarias no existe el sentimiento español pero si hay arraigado mucho miedo: miedo al moro, miedo al hambre, miedo a nuestra propia sombra. Saben que tienen que fomentar el miedo en la población, y también el aislamiento, para así bloquear el desarrollo personal pleno y evitar que nos demos cuenta de la aberrante realidad que es el crimen de estar colonizado" [2]
No podemos esperar nada de los nefastos dirigentes que ocupan asientos en el parlamento de nuestro país canario, ellos siempre están a la orden de lo que dicte España. Ellos por el pueblo y la población no van a dar más que las migajas y limosnas que les den a cambio de algún cambalache. De este falso gobierno medianero no podemos esperar nada. Es el pueblo quien tiene la soberanía para poder cambiar las cosas. Los derechos humanos y los tribunales internacionales nos respaldan, solo es cuestión de utilizar las únicas armas de las que disponemos: EL PUEBLO, todos nosotros, somos los únicos que podemos cambiar esta realidad arruinada por otros. El derecho internacional avalará solo la actitud individual y colectiva que tengamos ante cualquier situación de injusticia que se nos presente, este requisito es el único que avala el derecho internacional, las leyes nos arroparan sólo si somos capaces de aprovechar la cobertura que ofrece:
Artículo 2 de los derechos humanos: Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 21.3. : La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
Tenemos que ponernos en marcha cuanto antes para desmantelar todas las bases e instalaciones militares, regimientos y brigadas, organismos y funcionarios de la armada en el archipiélago canario. Tenemos que paralizar de una vez por todas las maniobras y servicios de logística que se llevan nuestros dineros y además nos enferman y contaminan aire, mar y suelos, siguiendo la rotunda consigna "fuera la OTAN de Canarias" en contraposición a la defendida por algunos, en nuestra opinión, erróneamente, de "Canarias fuera de la OTAN", por la razón tan sencilla como fácil de entender de que Canarias rechazó, en el Referéndum celebrado el 12 de marzo de 1986, integrarse en esa criminal organización que, sin embargo, ocupa, antidemocráticamente, nuestro territorio.
Ya está bien de que abusen de nuestra condición de colonizados, marionetas a la orden y al son de lo que se mande desde la metrópoli: cumplir con todos los deberes y obligaciones pero sin ningún tipo de derechos, ni el derecho de estar enfermo porque si no se va usted a la calle.
Denuncie, eso sí, quedándose siempre con una copia sellada y firmada, en su asociación o comunidad de vecinos, en el ayuntamiento o en algún medio de comunicación, siempre que la presencia militar invada su intimidad, contamine su cosecha, asuste a su ganado, atemorice a sus niños, le quite el sueño, le coaccione, le enferme, no le deje trabajar, vivir en paz o, sencillamente, sienta dañados sus principios éticos y morales. Cuantas más denuncias mejor. Y tenga claro que las denuncias siempre llegan, se necesitan muchas pero siempre llegan. Cuando esté en casa y sienta el ruido demoledor y machacón de un monstruo militar tipo helicóptero, avión o caza, agite nuestra bandera, la tricolor son 7 estrellas verdes, en símbolo de escudo o defensa, ella es la única consigna que representa las voces y consciencias de todas las canarias y canarios que dijimos y seguimos diciendo NO A LA OTAN.
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario