La consejera del Cabildo de Lanzarote Myriam Barros, de Lanzarote en Pie-Sí Podemos y representante del Grupo Mixto en el Consejo de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote, abandonó esta mañana la sesión plenaria tras denunciar que el grupo de gobierno del Cabildo de Lanzarote ha “desmantelado” el área de la Reserva de la Biosfera y las políticas que ha llevado a cabo en los últimos veinte años.

En su turno de palabra, Barros criticó que esta sea la primera sesión del Consejo tras más de dos años de mandato del actual grupo de gobierno. La última sesión del Consejo de Reserva de la Biosfera se había celebrado el 21 de marzo de 2019. La consejera afirmó que ante el abandono de esas líneas de actuación en el Cabildo “si se cumpliera el programa Hombre y Biosfera, Lanzarote saldría inmediatamente” de dicho programa.

Destacó que el Cabildo declaró hace dos años la emergencia climática y, sin embargo, sus políticas no han acompañado esa declaración. Preguntó si la única hoja de ruta, en este sentido, es pagar 800.000 euros “para tener una oficina de cambio climático”. Frente a esa parálisis apuntó que LEP- Sí Podemos ha denunciado numerosos problemas en la Isla relacionados con el medio ambiente: problemas de vertidos, extracciones ilegales de áridos, los problemas con el ciclo integral del agua o la escasez de agentes de medio ambiente, entre otros.

La consejera se preguntó cual es ahora la urgencia para convocar esta sesión, que coincide, lamentablemente, con la baja laboral por motivos personales de la gerente de la Reserva de la Biosfera, Ana Carrasco, así como del responsable del Observatorio, además del traslado a otros departamentos a otros trabajadores del área.

Para Barros, es “vergonzoso que se convoque ahora”, cuando falta la gerente, que ha trabajado en todos los proyectos con diferentes presidentes y que “debería estar en esta sesión”. Recordó que la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Dolores Corujo, recalcó en su toma de posesión el respeto hacia los técnicos del Cabildo y afirmó que esta convocatoria “no parece un acto de respeto, en absoluto, con quien diseñó y planeó muchas de estas estrategias en los últimos veinte años”.

Finalmente, Barros dijo que la urgencia nace de la “avaricia de coger unos fondos europeos que van a ser imposibles de ejecutar” porque han desmantelado el área y por la ausencia de su gerente. “Mi ética personal, moral y laboral no me permite seguir participando”, afirmó antes de abandonar la sesión.