00:00 h. sábado, 23 de noviembre de 2024

Lanzarote "Imperio de la corrupción"

laverdaddelanzarote.com  |  09 de agosto de 2014 (13:48 h.)
censura

 

ANTONIO LEAL

El ciudadano común y los colectivos sociales  acercarse hoy a buscar ayuda de ciertos periodistas, existente en determinados medios insulares, para efectuar denuncias, es una pérdida de tiempo,  ya que no consiguen divulgar sus problemas y sus denuncias por que estas son censuradas, por los mercenarios informativos que ponen precio a su trabajo o por meras cuestiones personales del periodista de turno.

En los últimos tiempos  el periodismo ha ido perdiendo credibilidad,  porque algunos responsables de los medios  establecen métodos restrictivos para la publicación de muchas de las noticia, algunas veces con el viejo sistema de la censura previa, o bien, castigando o colocando en listas negras a quienes osan desenmascarar su juegos manipuladores, ocultando  hechos de corrupción o cualquier otro que pueda afectar la imagen que estos gobiernos desean conservar ante su gente.

Esto pero en un estado mucho más grave, está ocurriendo en el “Imperio de la corrupción” que ha  montado central y sedes  en una isla volcánica tan pequeña.

Lo lamentable es que cada vez es más evidente el avance del periodismo mercenario, que puede identificarse de dos maneras:

1º) El periodista que está siempre de acuerdo con el poder de turno, y se encarga de publicitar y ponderar sus obras, sin importar que el peso de la realidad esté avalando o no sus afirmaciones.

2º) El periodista que comienza mostrándose como férreo opositor del poder de turno, pero de repente sus opiniones sufren drásticas modificaciones y pasa a convertirse en defensor incondicional de ese mismo poder.

Curiosamente, esto ocurre siempre con simultaneidad a la aparición de publicidades diarias de actos, festejos y otras actividades y que se publican  en los medios mercenarios que dirigen aquellos periodistas, que pasa a convertirse de este modo en un empleado de aquél a quien antes criticaba.

Y, como es previsible, quien le paga este salario, retribución o recompensa por sus servicios, tiene derecho a exigirle que cumpla con requisitos que, seguramente, lo descalifican para la información y la crítica objetiva. El periodista pasa a convertirse en un mercenario - con la acepción peyorativa de la palabra-, y pierde su prestigio social, su valor ético ante la sociedad y su dignidad como persona.

Aquí, el periodismo ha pasado a ser una más de las tantas profesiones devaluadas de un país donde cada vez es más difícil creer en la honestidad y, como dijo Discépolo, “la moral la dan por moneditas y la razón la tiene el de más guita”.

La censura es impedir que determinados temas sean publicados por la prensa, por lo general la usan quienes gobiernan para que no se difundan a la opinión pública, cosas que podrían perjudicarlos y es del mismo modo el manejo de la información, tener a la prensa bajo su dominio y publicar unas cosas y censurar otras para evitar que se destapen temas de corrupción, problemas, denuncias  ó conflictos internos de los gobiernos.

Muchos colectivos de Lanzarote, comprueban a diario la lastimosa forma de proceder de ciertos periodistas y de determinados medios informativos, que les censuran y no publican la mayoría de las denuncias que realizan distintos colectivos sociales de la isla. Pero matizar que no todos son iguales, todavía quedan periodistas serios y muy profesionales.

Pero lo más lamentable y penoso es que existen enfermo del periodismo, que por cuestiones meramente personales y enfrentamiento particulares, con personas que ni si quieran conocen  y no han hablado nunca con ellas, que se dediquen  a censurar a estas personas  y a los colectivos que representan, sin ningún tipo de motivo.