Esta madrugada el CATE ha amanecido convertido en una laguna de agua; un hecho que se produce después de que el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, anunciara que la instalación está ya operativa para acoger a los inmigrantes que llegan a las costas de Lanzarote en pateras.
Entre los informes que en su momento presentó el Ayuntamiento de Arrecife, en contra de la puesta en funcionamiento del CATE en la ubicación actual, figura uno de Protección Civil que advertía del riesgo de inundación por lluvias y las consecuencias de insalubridad que tendrían que soportar los inmigrantes que fuesen trasladados a ese Centro de Atención compuesto por 20 casetas de campaña, baños químicos y dos módulos para gestión administrativa.
El CATE se instaló a finales del pasado año sin licencia urbanística municipal, por la negligencia del Ministerio del Interior a la hora de aportar la documentación, y posteriormente el Consejo de Ministros en el mes de febrero lo aprobó por interés general y sin necesidad de solicitar ningún permiso al Ayuntamiento de Arrecife.
El Ministerio de Interior asegura que en las instalaciones del CATE se invirtieron 2,1 millones de euros, mientras que en la solicitud de licencia que presentó la Dirección General de Policía, con posterioridad a su instalación, el proyecto de ejecución de esas dependencias tenía un coste de 1,3 millones, casi un millón menos de lo manifestado por el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana.