Según un medio de comunicación conocido en nuestra Isla, y otros tres que abanderan la misma reivindicación desde hace unos años en un juzgado virtual y paralelo entre ellos; postulan sin pruebas, en juicios que celebran a través de Internet, sin contar con la presunción de inocencia, y sin autoridad moral y judicial en la materia: debemos dar como veredicto real y final que, Juan Francisco Rosa y sus socios son culpables de haber cometido casi todas las ilegalidades urbanísticas que hay en la isla de Lanzarote. – Estos jueces sin carrera y sin toga, podrían en lugar de ser abogados del diablo, arrayarse un millo de esos que comen los burros-. O mejor dicho, mirarse la viga que ciegan sus ojos.
Entre los argumentos que expone esta banda de jueces sin carrera y sin trapos negros, con pruebas de los cuentos de las Mil y Una Noches, señalan que, el Apartahotel Fariones, Puerto Deportivo Calero, Hotel Princesa Yaiza, Bodega Stratvs, Muelle Deportivo Playa Blanca, y otras tantas obras que han fomentado JFR y sus socios, son la mayoría o todas,” construcciones ilegales”.
-Por lo que alegan los detractores, habrá que meditar en si JFR y sus socios son empresarios sádicos y masoquistas que no sienten placer en hacer una obra legal, sino todo lo contrario, obras ilegales-: ¿Por qué entonces JFR y sus socios se preocupan con tanto esmero crear infraestructuras bellas que forman siempre una simbiosis con la biodiversidad y los paisajes lanzaroteños? -Debemos pensar en ello- ¿No?
También habrá que preguntarse: ¿Por qué JFR y sus socios no se han marchado a Marruecos a invertir sus fortunas y así competir desde allí con nuestro negocio turístico?
Igualmente podemos deducir que toda campaña que hacen algunos sistemáticamente contra JFR y sus socios, que para mí no son santos sino simplemente empresarios; está plagada de celos y odio hacia personas que han demostrado más capacidad empresarial que todos esos y esas que abanderan un ecologismo de pacotilla, ejemplo, la FCM y sus subordinados.
Podríamos considerar justa una protesta contra JFR y sus socios si a todo empresario lo juzgáramos con la misma vara, pero eso no sucede, porque si observamos con Google Earth toda la costa de Lanzarote, captamos miles de hogares, apartamentos y hoteles ilegales a pocos metros de la orilla del mar: construcciones hechas posterior a la entrada en vigor de la Ley de Costas de 1884. Pero a eso ni mu, porque ustedes los detractores sólo buscan destruir a gente que consideran enemigos porque no se arrodillan ante el impuesto revolucionario que ustedes reclaman y exigen como una obligación de subordinidad hacia vuestro tan cacareado y privilegiado ecologismo.
Piensen en esto. Hace unos 20 años visité a Cesar Manrique, en vida, en su casa de Haría, porque necesitaba que me apoyara en mis manifestaciones contra las drogas. En ello me firmó dándome su apoyo, y entre lo que hablamos le pregunté si sería rentable demoler el Apartahotel Fariones; me contesto: -Bruno, a estas alturas es mejor dejar las cosas como están porque jamás se podrá restaurar ese lugar igual como estaba antes-. Alguien me podrá señalar que manipulo porque eso no lo pudo decir Cesar; bueno, yo le contesto que lo puede comprobar con Aureliano Montero, quien cuando era locutor de Radio Lanzarote tuvo conocimiento de esas palabras, dichas por Cesar.
Conclusión.
Canarias durante unos 30 años necesitó y necesita en la actualidad un consenso entre todos los entes de poder. Es necesario que nos dejemos de batallas judiciales extravagantes y de rencillas sin tino, y que juntos como hermanos nos perdonemos nuestros actos del pasado y nos sentemos a dialogar en pro de un arreglo equitativo para todas las partes implicadas. Si no lo emprendemos, nunca llegaremos a ver un horizonte claro que nos dé salida hacia un bienestar social que favorezca la eliminación de la mala situación económica que padecemos y que tiene visos de gran probabilidad de que si no ponemos pronto remedio continúe por muchos más años.