Siempre he creído, férrea y apasionadamente, en cada una de las "historias" que a lo largo de mi vida he ido contando. Sobre todo y, lógicamente, sobre "el balonmano en Lanzarote".

En el proceso de construcción de mi libro "Historias del balonmano en Lanzarote", alguien que por su responsabilidad debe saber de libros, no me hizo dudar cuando puso el cuestión el documento que espero pronto puedas tener en tus manos. 

Para que te vayas situando hablo de unas 140 "historias" ocurridas entre finales de los años 60 del pasado siglo XX y 2020, y unas 15 colaboraciones. Todo ello en unas  700 páginas, que la misma persona ha calificado como publicación "inviable". 

No para mi, que lo tenía y tengo muy claro, si para ella, para aquella persona, no para convencerla; si para tratar de hacerla consciente de su infundada e injusta valoración: acudí al prólogo de mi admirado maestro y se lo envié para hacerle notar como Él, sobradamente entendido en libros, había descrito el proyecto de mi modesta obra.

Del prólogo, firmado por Juan de Dios Román en noviembre de 2020, pacas semanas antes de fallecer; me detuve en leer la parte final: "Y el prologista se despide", y me volví a emocionar al leer la joya aún inédita: ",... ya disponen de su biblia doméstica", sentencia. Viniendo de Dios, es lo más.