Carmelo Santana es un nadador grancanario que a sus 55 años sigue mostrando pasión por la natación. Allá por donde pasa va cargado de energía y que transmite a todos aquellos que tienen la suerte de conocerlo. Un amante de la natación, participando en todas aquellas travesías a nado que se celebran en las costas de Canarias y fueras de nuestras fronteras. El pasado sábado tuvo la oportunidad de participar en la primera edición de la Ultravesía Oasis Gran Casino Puerto del Carmen y demostrar que es uno de los mejores nadadores de Canarias.

Sufrir la amputación de un miembro inferior no es motivo para que Carmelo Santana vea el mundo con ojos de melancolía. Él se como el mundo allá por donde va, dando lecciones de que “si se quiere se puede”, y eso lo ha llevado a ser uno de los nadadores de larga distancia mejor preparados de Canarias.

Lo demostró el pasado sábado en Puerto del Carmen. Carmelo Santana llegaba a Lanzarote tras hacer una travesía de más de 40 kilómetros entre Porto Santo y Madeira, prueba marcada por la dureza de las condiciones meteorológicas y siendo muy pocos los ndadores que lograron completar la prueba. Y tras los 20 kilómetros en la Ultravesía Oasis Gran Casino Puerto del Carmen, todavía le esperaban el domingo 13 kilómetros en Fuerteventura.

Es anfibio, se mueve como pez en el agua e inunda con una aureola de placer lo que toca en tierra. En Lanzarote fue cuarto de la general y segundo en la categoría de neopreno. Competía con auténticos mostruos de la natación como Abián Reino o Andy Ortega, a los que les complicó la travesía. Carmelo Santana, a pesar de ser un nadador adaptado, consiguió ser líder en gran parte de la travesía, hasta que las circuntancias le pudieron y fue alcanzado por los primeros clasificados de la general.

“Salí un poquito acelerado, pero las condiciones para el primer tramo hacia Arrecife se empezaron a poner duras”, señala Carmelo Santana ya en tierra, añadiendo que “mi kayakista se lesionó y tuve que ir esquivando la bajas haciendo zig zag”. A Carmelo Santana se le juntaron los problemas, teniendo claro a lo que venía y lo consiguió. “Lo importante es divertirse y por otro lado intentar quedar entre los primeros”, apostilla.

Sobre la Ultravesía Oasis Gran Casino Puerto del Carmen, el nadador del Club Natación Las Palmas señala que “la he visto muy bien, no conocía la costa y el ir pegado, con muchas bajas y con la lesión del kayakista, se complicó” y apunta que “ha sido muy bonita”. La Ultravesía Oasis Gran Casino Puerto del Carmen contó con la participación de una cuarentena de nadadores, siendo Carmelo Santana el único nadador adaptado de la prueba y capaz de completar la distancia de 20 kilómetros.

Carmelo Santana se considera un “enfermo de las travesías” y “hago todas las que puedo”, remarca. “Este año no puedo estar en la Travesía El Río porque coincide con La Palma y les prometí que iba a ir, pero a La Bocaina y a Lobos si voy, para aprovechar el viaje y hacer muchos metros”. Uno de los grandes problemas de este enamorado del deporte es la falta de planificación deportiva. “Esto a nivel me lo sufrago yo porque las empresas no se mojan, no tengo un representante que me busque empresas  para cubrir gastos de desplazamiento que es lo único que pido”, nos confiesa el nadador, aunque sin perder la ilusión y las ganas. “El objetivo es hacer unas travesías este año y lo estoy cumpliendo, el año que viene Dios dirá...”

Carmelo es grande y agradecido. Fue saludando a todos los que estaban en la playa bajo el Gran Casino de Puerto del Carmen, dándoles la mano, departiendo, dialogando. Es agradecido con el mundo, con la vida, pero le cambia la sonrisa que lo hace entrañable por unas lágrimas en los ojos que pelean por salir diciéndonos que “tengo que agradecer a mi mujer, mis hijos, mi familia, a todos los que me siguen en facebook y a la organización el hecho que hoy haya podido estar aquí”.

Este nadador grancanario es un hombre cargado de amigos en el facebook (https://www.facebook.com/carmelo.santanasanchez), pero con muchos más amigos allá por donda va pisando, compitiendo, nadando y regalando sus sonrisas.