Ante lo ocurrido el viernes día 15 de marzo 2013, respecto a mi nombramiento como Hijo Predilecto de la Isla de Lanzarote, en el que los representantes de varios partidos políticos manifestaron su intención de abstenerse (aduciendo razones de formas) en el Pleno donde iba a realizarse dicho nombramiento, haciendo así imposible que éste pudiera llevarse a cabo, quisiera manifestar lo siguiente:
Pedir disculpas a los vecinos y vecinas de Lanzarote que asisten perplejos, como yo, a un espectáculo político que nada tiene que ver con el reconocimiento social que implica ser Hijo Predilecto de esta Isla.
Pedir disculpas a los amigos y familiares que querían estar presentes en el acto de nombramiento y que se trasladaron a la Isla encontrándose con el desagradable hecho de que no se iba a realizar el acto de nombramiento.
Agradecer al Cabildo de Lanzarote, que en su día me propuso para el nombramiento de Hijo Predilecto de la Isla de Lanzarote, que por lo que significa, es todo un honor para mí.
A pesar de ser una iniciativa del Cabildo, compartida por todas las fuerzas políticas representadas en la Institución, y de la que tomó conocimiento el Pleno, determinadas fuerzas políticas han desvirtuado el espíritu de este reconocimiento generando un debate político que está fuera de lugar.
Quiero expresar mi profunda tristeza por la manera en la que han transcurrido los hechos. La clara utilización política por parte de ciertos representantes ante lo que debiera ser la expresión de agradecimiento de una sociedad hacia uno de sus conciudadanos, ha conseguido dejar en un segundo término la razón misma del acto, que no es otra, insisto, que reconocer el valor de una sociedad a través de uno de sus miembros.
Tengo 93 años, nací el 10 de diciembre de 1919 en el Peñón del Indiano (Tinajo). A lo largo de mi vida me he dedicado a desempeñar labores del campo, de ganadero, taxista, artesano, como tantos otros de mi generación y mi pasión ha sido rescatar y conservar el patrimonio etnográfico, folclórico y cultural de Lanzarote. Mi pasión, pues, ha sido rescatar y conservar la historia de esta Isla. Hoy afirmo con indignación que ese legado, que pertenece a todos los que han nacido, vivido o se sienten parte de Lanzarote no merece semejante representación. Si esta es la altura política de quienes forman el Pleno del Cabildo, insisto nuevamente, no acepto el reconocimiento por respeto a todas esas personas que a lo largo de la historia hemos hecho Lanzarote.