11:06 h. viernes, 22 de noviembre de 2024

Hallado un nuevo huevo de ratite

laverdaddelanzarote.com  |  22 de agosto de 2013 (15:14 h.)
Responsables de Patrimonio con los huevos de Ratites

El equipo de trabajo del paleontólogo experto en aves extinguidas Antonio Sánchez Marco, que trabaja desde 2010 en los yacimientos del Mioceno final en Órzola-Famara, ha hallado un nuevo ejemplar de huevo de ratites, unas aves de gran tamaño, posiblemente antepasadas de los avestruces, que vivieron en Lanzarote hace entre 5,3 y 6 millones de años. Este es el séptimo huevo de similares características que se ha recuperado hasta hoy y es la pieza más significativa de las halladas en la cuarta campaña de excavaciones que acaba de concluir. Tiene un tamaño similar a un huevo de avestruz actual, presenta un excelente estado de conservación y, al igual que los anteriores, carece de embrión.

 

Este hallazgo se une a numerosos fragmentos de cáscaras de huevos de ratites de distintos tamaños, también de tortugas, numerosos caparazones de gasterópodos terrestres y a una vértebra de una pequeña serpiente de la familia de las boas, restos todos ellos recopilados desde que en 2010 el doctor Sánchez Marco comenzó a desarrollar el proyecto de investigación paleontológica denominado Yacimientos del Neógeno continental de Órzola-Famara, en el que colabora el Cabildo.

 

Esta es la cuarta campaña de los trabajos de excavación dirigidos por el doctor Sánchez Marco, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont. Por el momento, el nuevo hallazgo amplía el radio de la zona a investigar, pero no aporta demasiada luz a las grandes preguntas que han surgido en torno a la presencia en Lanzarote de estos animales: Cómo llegaron aquí, cómo vivieron, y por qué desaparecieron.

 

 

A partir de estas dudas y en función de otros restos que puedan ir encontrándose, podría reconstruirse también cómo eran realmente, de qué se alimentaban, cómo era su entorno y con qué otros seres vivos compartía el territorio de lo que hoy es Lanzarote que por entonces pudiera estar emergido. Seguramente y con anterioridad, Los Ajaches; esta zona que comprende Órzola y Famara; y tal vez una parte de lo que hoy es la playa de Guacimeta y el aeropuerto.

 

 

Con anterioridad se han ejecutado tres intervenciones. Una primera de reconocimiento de los yacimientos y preparación, ésta de pequeña envergadura fue en el año 2010. Las otras dos, más importantes, fueron en 2011 y 2012. Estas actuaciones han permitido avanzar en el conocimiento de este enclave y en las cuestiones que plantea, al tiempo que se han localizado nuevos yacimientos. Por su ubicación y datación, -entre 5,3 y 6 millones de años- se puede contemplar un tal vez mayor lapso temporal de la presencia de ratites en este Lanzarote primigenio. Asimismo ya se han podido descartar algunas de las explicaciones que se habían dado en el pasado para justificar el hallazgo de estos huevos. Por ejemplo, la de una unión geográfica temporal con el continente africano.

 

 

El proyecto de intervención para esta cuarta campaña, de 2013, que acaba de concluir, tiene dos ejes principales. Uno es la excavación en los enclaves de Valle Grande 1 (más cercano a Famara) y en Valle Chico (en Órzola) para comprender la formación de estos yacimientos y establecer posibles correlaciones. El otro es buscar mediante distintas técnicas de localización, nuevos yacimientos que permitan una mayor precisión tanto al determinar el momento en que llegaron las faunas terrestres a las proto-islas orientales, como aquel en que se produce su extinción.

 

 

Estas fechas aproximadas son imprescindibles para poder comprender cómo evolucionaron estos animales y sus formas de vida y también para poder reconstruir para comprenderlo el entorno en que habitaron. Para ello es fundamental datar las coladas basálticas en los yacimientos de Valle Grande 1 y 2, Valle Chico, ambos en la cara interior del Risco de Famara, y de Fuente de Gusa, en la cara externa, y que no se pudieron realizar el año pasado por falta de fondos económicos. Se espera con ello despejar algunas dudas cronológicas y de correlación estratigráfica. Además, estos datos son justamente los que faltan para poder comenzar la publicación de resultados en revistas especializadas.

 

 

Desde el comienzo de esta excavación, el doctor Sánchez Marco y su equipo han compartido con el Cabildo la idea de dar a conocer estos yacimientos y su significado a un público interesado y más amplio. Así, se prevé que en breve podrían hacerse visitables los yacimientos de Valle Chico y Valle Grande 1 sin que esto entorpezca ni interfiera los trabajos de investigación en ellos. El acceso al primero requeriría un pequeño acondicionamiento, pero Valle Grande 1 necesitaría más esfuerzo porque se trata de un yacimiento muy extenso, cubierto en su mayor parte por sedimentos de las laderas colindantes.

 

 

Conferencia y visita

 

El pasado viernes 16, la sala de exposiciones El Aljibe, en Haría, acogía una charla del doctor paleontólogo Antonio Sánchez Marco sobre los trabajos que ha venido realizando en los yacimientos del Mioceno final de Órzola-Famara, así como de las conclusiones y nuevas dudas que han generado los hallazgos recuperados desde que en 2010 se iniciaran las excavaciones en estos enclaves. Esta conferencia estaba organizada por el Área de Patrimonio del Cabildo de Lanzarote, que colabora en estos trabajos y que dirige el consejero Juan Antonio de la Hoz. Al día siguiente, tuvo lugar una visita guiada y comentada al yacimiento de Valle Chico, que contó con una muy concurrida participación.

 

 

En su explicación, expuso Sánchez Marco las conclusiones alcanzadas a raíz de los hallazgos recuperados y de la investigación que llevan realizada hasta el momento, así como las características de los terrenos en los que se han localizado, en todos los casos, capas sedimentarias anteriores a las coladas basálticas que formaron el Risco de Famara. Apuntó el director de la excavación las numerosas interrogantes que se presentan ante estos hallazgos, fundamentalmente huevos de ratites, unas aves de gran tamaño antepasadas de los avestruces y de otras especies similares repartidas por distintos puntos del mundo, pero que no se entiende cómo pudieron llegar a Lanzarote.

 

Con la intención de argumentar la profundidad de esta incógnita, fue Sánchez Marco descartando cada una de las opciones de carácter geográfico y biológico que puede plantearse cualquier persona interesada y medianamente conocedora de estos temas. Con diferentes gráficos y proyecciones fue mostrando cómo la deriva de los continentes a partir de Pangea, el territorio primigenio, ya dejaba a Canarias aislada del continente africano con una lengua de océano que tuvo en aquellos momentos más de 3.500 metros de profundidad. También despejaba la posibilidad de un acercamiento propiciado por el hielo de las glaciaciones, dado que el momento en que emergieron estos territorios no coincidía en tiempo ni en latitud con esta posibilidad. También se descarta, por las características de este tipo de animales, que hubieran podido llegar nadando y mucho menos volando.

 

 

No obstante, a falta de encontrar un posible esqueleto de una de estas ratites, u otros hallazgos que puedan determinar cómo eran exactamente las que vivieron en Lanzarote, queda mucho por responder y son muy pocas las piezas de un puzzle cada vez más extenso. Es por ello, que se están buscando niveles estratigráficos similares en otros puntos de la isla, capas sedimentarias en las que podría haber restos biológicos que permitan entender si estaban extendidos por más zonas de la isla, además de cómo vivían, de qué se alimentaban, y, sobre todo, qué fue lo que propició su extinción.