ALFONSO LICATA. Presidente de la Sociedad Dante Alighieri de Canarias. Presidente del Comité Internacional del VII Centenario del redescubrimiento de Lanzarote y Canarias por el navegante italiano Lanzarotto Malocello Corresponsal Consular de Italia en Lanzarote
Los documentos relacionados con los Templarios han sido guardados celosamente durante siglos en archivos privados y muchos de ellos han sido destruidos. En el marco de las rutas de peregrinación medieval, Italia desempeñó un papel fundamental, constituyendo una especie de encrucijada entre Compostela, Roma y Jerusalén por la Vía Francigena.
Por lo tanto, a lo largo de la península itálica, se movieron peregrinos de todas las edades y condiciones sociales, todos necesitados de asistencia y protección de cara a los riesgos que hacían peligroso el viaje. De ahí la presencia de numerosos hospicios y mansiones donde los peregrinos y los caminantes pobres podían encontrar refugio para sus parada y sus curas, en caso de estar enfermos.
En Oriente, los Templarios lucharon en su “guerra santa”, cubriéndose de gloria y pagando un gran tributo de sangre por cada cruzada.
El 13 de octubre de 1307 los Caballeros Templarios franceses fueron arrestados simultáneamente en todo el territorio nacional y encerrados en cárceles, donde fueron torturados e interrogados, obligados a confesar todo lo que los perseguidores les exigieron que dijeran.
Es en las ciudades marítimas donde los templarios poseían fundaciones importantes que se establecieron en cada puerto y construyeron iglesias, casas y hospicios para peregrinos y cruzados que esperaban el embarque o que, simplemente, acababan de llegar de Oriente.
En Génova las labores templarias tenían su foco en el viejo puerto: el conjunto religioso-asistencial de Santa Fede
Sabemos, con certeza, de la existencia de amistades, pero también de relaciones parentales, incluso adquiridas a través de vínculos matrimoniales, entre los Malocelli y los nobles del Carretto, los del Bosco y los de Ponzone. Así, con referencia particular a este último, cuyo clan tenía conexiones notables con la Orden del Temple, los Malocelli (desde hace mucho tiempo emparentados con los Marqueses del Bosco) establecieron relaciones con miembros de Liguria del más alto nivel de la Orden Templaria. De modo que Isabella Malocello, quondam Lanfranco, se casa en el año 1272 con Ottone del Carretto (hijo de Manfredo) cuyo hermano, Ughetto, se había casado con Eliana de Ponzone (hija de Leone y hermana del templario Enrico, marqués de Ponzone, llamado también Henricus Templarius. Los marqueses de Ponzone poseían partes de propiedad en la costa de Liguria, en Varazze, la Varagine medieval (llamada Ad Navalia).
El clan de los Marqueses de Ponzone le dio algunos caballeros a la Orden del Temple y, entre ellos, debemos recordar a Bonifacio di Ponzone, que participó en un capítulo general celebrado en la preceptoría de Santa Maria del Tempio de Piacenza, en 1244. Otro destacado dignatario, que ya hemos mencionado, fue el marqués Enrico di Ponzone, preceptor de la mansión de Pavía y de los de Papia superius, alrededor de 1252, año en que Pietro, obispo de Tortona, le concedió el hospital y el oratorio de San Jacobo.
El estudioso Goffredo Casalis, en su Diccionario histórico-geográfico cita la investidura de un obispo concedida a Enrico, hijo de Emanuele di Ponzone y caballero del templo, que tuvo lugar en el año 1296. El mismo marqués Enrico di Ponzone, en el año 1262, vendió sus posesiones en Varazze a Lanfranco Malocello, Enrico Malocello, Jacopo Malocello y Lanfranchino Malocello, que adquirieron su señoría al completo.
Se sabe que la célula madre de los Malocello, entendiendo con tal síntesis las familias que formaron el coágulo original de los Visconti con el progenitor Ido (o Guido) y que se dividieron formando varias ramas sin aportar dinastía al título de Visconte o sin mantener el apellido permanentemente, siempre tuvo interés en los asuntos relativos a la Iglesia. Evidencia de esto son los documentos más antiguos incluidos en la Cartografía Genovesa, donde emergen personajes de la familia Visconti original, algunos ya incluidos en el entorno eclesiástico y otros figurando como partidarios de la Iglesia con importantes donaciones.
En 1014, tenemos testimonio de un tal Eriberto, subdiácono, hijo de Migesio Visconte (hermano de Adolfo Malocello, progenitor de la familia Malocello), que dona al monasterio de Santo Stefano la duodécima parte de una tierra en el Prado de San Martino. Además, cuatro años después, en el año 1018, el mismo Eriberto otorga al mismo monasterio otra posesión suya, unas tierras con un viñedo cerca de la Porta Soprana en la contigüidad de la muralla de Génova.
Estos actos de liberalidad en favor de la Iglesia demuestran, sin lugar a dudas, el fuerte vínculo entre los Visconti (de los cuales proceden los Malocello y otras familias ilustres, como ya se mencionó) y la Iglesia Católica. |
Existe un acto del 14 de enero de 1222 (ASC, Documento notarial, c. 25 n. 277, ed. A. Ferretto, Maestro Salomone, pag.13-14 n.30) con el cual Opizzo Fieschi, Conde de Lavagna y hermano del Cardenal Ottobono Fieschi (después convertido en Papa Adriano V) constituye como procurador a Simone Malocello, “Canonicum Ianuae”, con los más amplios poderes de representación.
Este importante acto de poder resalta el vínculo entre los Fieschi de Lavagna y los Malocello, destinado a continuar durante mucho tiempo, así como a confirmar otros documentos encontrados.
Finalmente, consideremos ahora la hazaña de redescubrimiento de las Islas Canarias de Lanzarotto Malocello, quien puse una bandera con una cruz sobre la tierra de una isla del archipiélago canario. El mapamundi de Dulcert habla claro: cruz roja sobre un fondo blanco. ¿Qué representa esto? El primer pensamiento se dirige a Génova porque los genoveses eran los navegantes expertos, los llamados sabedores de mar; además, la bandera genovesa tenía precisamente estos colores y este símbolo; bien, pero el asunto, en nuestra opinión, es mucho más complejo. Naturalmente, sin referencias ciertas, dejamos el campo abierto a conjeturas. Por ejemplo, nos preguntamos si la cruz roja trazada por el cartógrafo Dulcert sobre la isla de Lanzarote junto al nombre del descubridor puede tener un significado diferente al que la mayoría de las hipótesis plantean. La identifican, sin pruebas, con la bandera genovesa. ¿Y si, en cambio, Lanzarotto hubo huido con el tesoro de los Templarios invadiendo aguas peligrosas pero salvadoras para él y para la Orden? Por lo demás, el año es el 1312, que lo recordamos Annus horribilis, pero para Lanzarotto, seguramente, mirabilis. Sin embargo, viajó lo más lejos posible, más allá de las columnas de Hércules. Pero, ¿quién puede probar lo contrario? Es cierto que las familias próximas a los Malocello (los Vivaldi, los Ponzone y los Del Bosco, entre otros) tenían en sus propias filas a los Templarios. Permaneciendo en este hipotético contexto, también podríamos imaginar un día en la vida de Lanzarotto Malocello dedicado a la ceremonia de investidura. Pensamos esto porque casi nunca hay una biografía sobre los Templarios. Además, el secreto fue una de las piedras angulares de la doctrina. Pero, ¿por qué el descubrimiento de Canarias no se menciona en los Anales de Génova? ¿Cuál es el secreto? ¿Tiene, tal vez, algo que ver con los Templarios? ¿Por qué no se menciona en los documentos oficiales de Génova? Se han hecho muchas conjeturas sobre el hecho de que la cruz roja sobre fondo blanco, dibujada por Dulcert por primera vez en 1339 en una isla de Canarias, podría no hacer referencia a la República de Génova.
Dos versiones nos alientan: la primera es que, por un gesto de gratitud a la madre patria, Malocello extiende la bandera genovesa sobre el suelo canario, y, así, la metáfora de estar en suelo nativo pese a estar en medio del océano: es evidente el significado de “descubrimiento” y no de “dominio”; la segunda, más fascinante pero relegada a los ámbitos del sueño (tal vez, incluso, posible) es que la bandera en cuestión hace referencia a la Orden del Temple. Ningún estudioso, por lo que sabemos, se inclina hacia este versión, pero al no existir documentos que declarasen otra versión, es entonces cuando este escenario se hace posible.
* Presidente de la Sociedad Dante Alighieri de Canarias
* Presidente del Comité Internacional del VII Centenario del redescubrimiento de Lanzarote y Canarias por el navegante italiano Lanzarotto Malocello
* Corresponsal Consular de Italia en Lanzarote