Más de un centenar de personas ha escuchado atentamente las reflexiones hechas por los especialistas y técnicos del ámbito sociosanitario sobre cómo afecta el síndrome de Asperger durante la edad adulta, sobre todo, en la etapa laboral.
Por quinto año consecutivo, el Cabildo de Lanzarote, a través de la Consejería de Bienestar Social, gestionada por Lucía Olga Tejera, y las Asociación Asperger Islas Canarias (ASPERCAN), crean un espacio abierto a los familiares y profesionales que conviven y tratan con este tipo de Autismo. En él, amplían conocimientos sobre el síndrome y exponen las herramientas para eliminar los obstáculos que dificultan la integración de quienes padecen Asperger.
En ese sentido, Lucía Olga Tejera recordó que el 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, “una fecha”, indicó, “que nos debe recordar el compromiso de ser el altavoz para que la sociedad escuche la reivindicación de un colectivo que, lamentablemente, sufre exclusión”.
Durante la apertura del foro, la consejera estuvo acompañada por Israel Betancort, vicepresidente de ASPERCAN, y por el primer teniente de alcalde y concejal de Cultura del Ayuntamiento de Arrecife, Rafael Juan González.
Betancort agradeció a las administraciones públicas vinculadas a la organización y difusión de la jornada la “inestimable colaboración para poner en marcha una iniciativa que acerca a la ciudadanía la realidad y cotidianidad de las personas diagnosticadas con el síndrome”.
Por su parte, Rafael Juan González, destacó que la colaboración que se realiza, a través del Área que dirige en el Ayuntamiento de Arrecife, intenta hacer llegar a la población “un síndrome desconocido por muchos”, por ello, dijo, “en la Concejalía de Cultura hemos desarrollado una línea de trabajo muy importante: la cultura unida a la solidaridad, el respeto, la tolerancia y la inclusión”.
Técnicos de la Consejería de Bienestar Social también participaron en la actividad, así como el director insular de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, Tomás Silvera.
Cuatro ponencias, y la experiencia de una persona diagnosticada con el síndrome, pusieron de relieve las adversidades que afronta el colectivo para acceder al trabajo en igualdad de condiciones.