La pandemia por COVID-19 ha cambiado la forma de trabajar, el empleo del ocio, las rutinas han cambiado, al integrarse nuevos hábitos destinados a controlar en mayor o menor grado la propagación del virus. En Lanzarote, la caída del turismo ha dejado sin trabajo a un alto número de profesionales del sector que han tenido que reinventarse, destinando el obligado parón para reciclar sus conocimientos en espacios abiertos y en la naturaleza. Una actualización que sin duda ayudará a transitar del modelo de turismo de masas a otro basado en la sostenibilidad, que reduce su impacto sobre las sociedades y el medio ambiente.
El Centro CIFP Zonzamas de Arrecife ofrece la formación en Educación y Control Ambiental, un ciclo de grado superior dual, con prácticas en empresas que se adapta como anillo al dedo a este afán de modernización de herramientas y a la necesidad de transformar la industria turística.
La tutora del ciclo, Carmen García, destaca que los valores naturales y culturales que Lanzarote suponen un atractivo singular tanto para las personas que vienen en calidad de ecoturistas como para quienes residen en la isla: “El ciclo de grado superior tiene como valor añadido la formación dual, que consiste en que más de un tercio del horario lectivo se realiza en la empresa desde el primer curso, por lo que el aprendizaje que el alumnado recibe proviene directamente de empresas u organismos como Senderismo Lanzarote, MJC Ambiental, Parque Nacional de Timanfaya, Reserva de la Biosfera, Tágora, Desert Watch y otras organizaciones colaboradoras.
El alumnado que finalice el ciclo de Educación y Control Ambiental dual, podrá ejercer como educadora/educador ambiental, guía ambiental, guía intérprete del patrimonio natural, personal técnico en control de espacios naturales, agente medioambiental y monitora/monitor de la naturaleza, profesiones destinadas a proteger el patrimonio cultural y natural de Lanzarote como Reserva de la Biosfera.
La Sociedad Internacional de Ecoturismo (TIES) señala que para minimizar el impacto negativo que el turismo produce, es necesario que gran parte de los beneficios se inviertan en la conservación, y el aumento de conciencia y respeto hacia el medioambiente. “Es por ello que la profesión de educación y control ambiental ofrece experiencias positivas tanto para los visitantes como para los anfitriones, aumentando la sensibilidad hacia la realidad cultural, social y política del país receptor”, añade Carmen García.
Alumnado de Jardinería y Floristería en el centro formativo
Por otro lado, el profesor del Ciclo medio de Jardinería y Floristería del CIFP Zonzamas, Oswaldo García, asegura que “ha aumentado el número de personas interesadas por esta formación durante la pandemia, por la posibilidad de aprender una profesión que les permite estar en espacios abiertos, en contacto con jardines y zonas verdes”.
Según indica, la oferta formativa favorece el desarrollo profesional en un campo que va más allá de la mera jardinería ornamental, adentrándose en iniciativas ambientales y de diseño y restauración del paisaje: “No podemos perder de vista la urgencia de incrementar la superficie de espacios verdes, tal como aconseja la OMS, entre 10 y 15 metros cuadrados por habitante, lejos de los 4 metros cuadrados que se contabilizan en Lanzarote”.
El periodo de preinscripción para estos y otros ciclos es del 6 al 30 de abril.
Más información de Educación y Control Ambiental en:
Más información de Jardinería y Floristería en:
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