En los últimos tiempos se ha puesto de moda eliminar el gluten de la dieta, y no me refiero a personas que no lo puedan consumir debido a alguna dolencia, sino a la población en general que por informaciones, en mi opinión, falsas consideran que perjudica la salud.
Bueno, empecemos por explicar qué es el gluten. Se trata de una proteína presente en algunos cereales como el trigo, el centeno, la cebada, la avena, la escanda, la espelta.
El gluten es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, lo que le confiere consistencia elástica y esponjosa a los panes y masas horneadas. Por lo tanto, estos cereales y los alimentos elaborados con estos cereales contienen gluten como el pan blanco, pan integral, galletas, crackers, pasteles, pasta, cuscús, pizza, cerveza, bebidas vegetales (de avena, de espelta...), aditivos, salsas, caramelos...
En la actualidad se conocen tres enfermedades relacionadas con la ingesta de gluten.
Alergia al gluten: cuando el sistema inmune considera que el gluten es un alérgeno, es decir, una sustancia extraña, y lo ataca provocándose una reacción alérgica cuyos síntomas son enrojecimiento de la piel, erupciones, hinchazón de boca y lengua, náuseas, vómitos, dolor abdominal, rinitis, estornudos, asma... y lo más peligroso, el shock anafiláctico.
Intolerancia al gluten: cuando el intestino delgado es incapaz de digerir el gluten de manera que queda dañado disminuyendo su capacidad de absorber nutrientes de los alimentos. Los síntomas son diarrea crónica, hinchazón abdominal, estreñimiento, náuseas, vómitos, anemia...
Sensibilidad al gluten no celíaca: las personas que padecen esta sensibilidad no pueden ser consideradas como intolerantes o alérgicas, sin embargo esta proteína les hace enfermar. Experimentan síntomas digestivos como gases, diarrea, estreñimiento, dolor e hinchazón abdominal, ardor de estómago... y también síntomas extradigestivos como cansancio, migrañas, dificultad para concentrarse, dolores musculares o articulares...
Si usted no padece ninguna de estas enfermedades está de enhorabuena, piense en la suerte que tiene, relájese y siga comiendo alimentos con gluten, es inofensivo y carece de sentido no consumirlo. Evitar su ingesta puede conllevar a una disminución del aporte de fibra necesario para alimentar nuestra microbiota intestinal que ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunitario. Asimismo,he estado leyendo las etiquetas de los alimentos “sin gluten” que se venden en los supermercados y la mayoría contienen grasas saturadas,(principalmente aceite de palma) y azúcares simples, justo lo que debemos evitar consumir en exceso. Y además son productos mucho más caros que los que contienen gluten.
A día de hoy no existe ningún estudio serio y contrastado que demuestre que el gluten es perjudicial para la salud, ninguno. Dejar de consumir gluten ni adelgaza, ni reduce las posibilidades de tener cáncer, ni de padecer Alzheimer o autismo.
(*) Bióloga. Tecnobiólga Alimentaria.