Es evidente el fracaso de la gestión propiciada por el gobierno Español y ejecutada por un Gobierno de Canarias tras otro. Nosotros tenemos claro que se puede llevar a cabo un cambio a mejor, sin que tenga que pagar la masa de trabajadores de nuevo.
Por ello, en nuestro programa exponemos las necesidades de garantizar mediante ley las necesidades básicas del pueblo como derechos fundamentales de nuestro sistema jurídico; de una verdadera Renta Básica para todos los trabajadores en desempleo; la creación de un Plan de Empleo Nacional permanente, que combata la desigualdad y la exclusión social; y otros muchos cambios como el establecimiento de un Marco Canario de Relaciones Laborales, que permita a los agentes económicos y sociales establecer políticas de empleo y protección social, que garantice las pensiones en un sistema público y que atienda a los derechos de toda la clase trabajadora.
Por otro lado, sabemos que es necesario poner en marcha una política fiscal progresiva según los ingresos, donde prime el reparto de la riqueza y las políticas sociales. Fomentar el reparto del trabajo, encaminado al adelanto de la edad de jubilación y la inserción de los jóvenes en el mercado laboral. Así mismo, tenemos claro que hay que auditar y eliminar la Reserva para inversiones en Canarias (RIC), exigiendo responsabilidades y la devolución, por parte de las empresas que no han cumplido con sus obligaciones, de todo el capital defraudado a las arcas públicas canarias. Lo mismo pasa con el REA, que necesita una evaluación de funcionamiento y su modificación priorizando la producción canaria y el interés de los consumidores.
En esta tierra es prioritaria la lucha contra el fraude fiscal, especialmente el de las grandes empresas. Y, por supuesto, el apoyo y fomento de una economía social sustentada en la participación solidaria.
Porque para nosotros, en el desarrollo económico de Canarias hay que anteponer el interés general, la inversión social y los intereses de la clase trabajadora.
Por supuesto, también pensamos en la estimulación económica. Por lo que pondríamos en marcha un plan de Promoción del Pequeño Comercio; promoviendo cooperativas de productores y de consumo; frenando o rechazandolas nuevas peticiones para la instalación de multinacionales, dado que las apuestas a favor de las mismas han causado un daño permanente al pequeño comercio; patrocinando las actividades culturales y sociales que organicen las asociaciones de comercio y hostelería; o impulsando el comercio local, los mercados del agricultor y ferias, por ejemplo, que sirven para fortalecer el sector primario y, al mismo tiempo, atraen a personas, actuando de motor del comercio y de la hostelería local.
Nuestros ejes para la promoción de empleo son las empresas pequeñas y el cooperativismo, para atraer una economía social y solidaria. Para generar un modelo industrial que fortalezca el desarrollo social local.
Tenemos claro que hay que apoyar los proyectos que tienen como objetivo la participación de los y las trabajadoras en la gestión y la propiedad y, en general, impulsar programas para difundir los valores cooperativos.
Es, otra forma de interpretar la economía, donde la riqueza estará más repartida y la justicia social se interprete como igualdad social y solidaridad. Además de viable, necesaria.