Repsol ha tenido que dar marcha atrás a las prospecciones petrolíferas en las aguas canarias frente a Lanzarote y Fuerteventura.
Hasta 2015 la multinacional había contado con la aprobación y el respaldo de las instituciones españolas, incluso su protección militar, sin embargo con el cambio del panorama político en el archipiélago finalmente ha tenido que dejar las exploraciones y van a intentar probar suerte en otras regiones del planeta. Según Jorge Castellano, portavoz de Repsol para asuntos coloniales “Es indignante que nos tengamos que ir después de la inversión realizada”. A la pregunta de si pensarán recurrir la decisión del gobierno canario el representante respondió que “vista la firmeza del gobierno canario lo damos por perdido, intentaremos realizar exploraciones en otro punto de la costa africana, si fracasamos no tendremos más remedio que replantearnos las prospecciones en Baleares o Valencia”.
Por su parte Pedro Hernández, portavoz del actual gobierno canario, expresa su alegría por dar fin a la batalla política iniciada tantos años atrás, “esta victoria es el resultado del esfuerzo de innumerables personas que en toda Canarias comenzaron por visibilizar el problema y acabaron por informar y movilizar a todo un pueblo”, sin embargo Hernández confiesa que “llegó un momento, cuando comenzaron las perforaciones, que casi la damos por perdida, pero al ver el ánimo de nuestra gente supimos que Repsol y España no se iban a salir con la suya, que no íbamos a tolerar esa imposición”.
Para Hernández la victoria se acercó con el cambio político, “ese fue el verdadero punto de inflexión, cuando una parte cada vez más importante de los canarios y canarias comenzó a exigir la soberanía política ya se vieron los primeros signos de que todo iba a cambiar” […] “cuánto más crecía este movimiento más temor se percibía desde el gobierno estatal, pero al final los intereses económicos pesaban más y siguieron adelante, en contra de nuestra voluntad”. El portavoz concluye con que “al final pasó lo que era necesario desde mucho tiempo atrás, fuimos mayoría, exigimos nuestra independencia y gracias a eso tuvimos la capacidad legal de paralizarlas primero y ahora por fin cancelarlas para siempre”.
Así termina un capítulo oscuro y a la vez brillante de nuestra historia. Después del referéndum de autodeterminación que se saldó con una mayoría a favor de la independencia, el nuevo gobierno canario denegó cualquier permiso anteriormente concedido a Repsol y convocó un nuevo referéndum vinculante acerca de las prospecciones. Como era de esperar el voto No fue masivo, con más de un 75% de rechazo.
Canarias, el Estado más joven del mundo, cosecha desde su independencia unos índices socioeconómicos cada vez mejores, con una sostenida reducción del desempleo y de la desigualdad económica, gracias a las políticas activas y redistributivas de su gobierno de izquierda. Hace unos años contaba con una tasa de desempleo del 35% siendo paradójicamente potencia turística mundial.
¿A qué esperamos para convertir esta historia ficticia en realidad?