Aunque me duela reconocerlo, mi análisis mental me dice que, los grupos formados por la FCM, políticos y empresarios, nadie entre los mencionados han sido ni son santos en cuestiones urbanísticas; lo captamos de las obras que cada cual ha edificado o ha intervenido políticamente.
Si los pleitos entre los supuestos ecologistas, políticos y empresarios continúan, la marea de denuncias y juicios nunca terminará, quedando Lanzarote como lo ha estado hasta ahora, invadida y sumida en juicios pendientes que anulan y anularán la oportunidad para que se elaboré el nuevo Plan La Geria, el nuevo PIOL, etc. de otros planes que la Isla necesita para económicamente seguir delante de una forma próspera.
Pienso que urge una pronta reunión entre la FCM, Políticos y empresarios donde se discuta el problema de las supuestas y/o ilegalidades urbanísticas, y de la misma, sin tirarse piedras unos a otros, pero si poniendo todas las cartas sobre la mesa, se luche por obtener un borrón y cuenta nueva aceptando que nadie en nuestra isla ni en nuestro archipiélago ha sido o es impoluto en lo que se refiera a lo que se ha construido relacionado con turismo, viviendas privadas, etc.
Imaginen que cada vez que se presenta una denuncia, el fallo correspondiente suele llegar unos 5 años después por causa de que los juzgados no dan abasto procesar las tantas denuncias que tienen acumuladas, y a veces un litigio puede tardar hasta 10 años porque suele tener derecho a recurso; esto nos indica que seguir con la marcha de más pleitos nos hunde el sistema económico, y quienes salen como ganadores, sobre todo, son los abogados que son pagados con dinero del erario público y de empresarios.
Conseguir un borrón y cuenta nueva para todos creo que es lo sabio, porque entre tantos pecadores continuar con la batalla de las denuncias por odio, envidia, rencor y negocio, nos meterá en la ruina económica, mientras algunos de los depredadores territoriales se aprovecharán haciendo sus ilegalidades dentro de un abanico de vacios legales que se hallan en cada plan territorial que aun no ha sido ajustado ni renovado.
En castellano: Quizás sea yo algo inocente por pediros que os unáis por el bien de Lanzarote y sus habitantes. El tiempo nos lo dirá.
Saludos.