Fíjate en la buena suerte que hemos tenido quienes hemos nacido y vivido y sin haber comprado números de la Lotería Universal que el Cosmo-Poder viene celebrando desde antes y después de la creación del Big Bang.
Primero, entre oscuridad y luz, hemos viajado como partículas diseminadas por todo el universo o universos hasta llegar a la Tierra donde el Cosmo-Poder nos dio un terreno especial para multiplicarnos, vivir y viajar en rotación sobre el geoide a una velocidad de 1.667km x hora= a 40.008km x día.
También, el Cosmo-Poder nos traslada como turistas astrales en otro viaje orbital elíptico alrededor del Sol, a una velocidad x día de 2.543.763,676148796= a 930 millones de km por año, a una distancia del Sol de unos 150 millones de km. Y tanto la rotación como así la traslación, no nos afecta en nada; sentimos que estamos libres de amarres, y, además, a nivel individual o en grupo, podemos volar y navegar sobre y fuera de nuestro mundo, y sobre su mismo compás.
¿No es esto una maravilla que nos ha tocado como número de suerte en la Lotería Universal, y sin haber jugado en la misma?
Algunos responderán: La Lotería Universal es discriminatoria porque reparte los premios dando a unos más y a otros menos. Contesto: “El Cosmo-Poder no da más a unos y a otros menos, la Creación pone y dispone suficiente para todos, pero sucede que por avaricia natural unos toman más que otros del Jardín Terrenal creando con ello las desigualdades humanas, algo que es aceptable porque entre los premiados hay unos que saben guardar los obsequios y otros que los abandonan.
Y otros añadirán: Pero es que también nacen personas con minusvalías que no les da el mismo derecho de tomar del Jardín Terrenal lo mismo que acaparan los que carecen de minusvalías. Contesto: Todo depende del grado de minusvalía. Hay gente que sin tener minusvalías físicas son inválidos mentalmente; y hay minusválidos con minusvalías físicas que son válidos mentalmente y capaces de lograr mucho más que algunos que presumen de completos y perfectos.
De todas formas, no debemos culpar a la Creación por los pequeños detalles que en la Tierra apreciamos como graves defectos de la Naturaleza porque el TODO es tan grande que lo que nos aqueja en nuestro globo terráqueo comparándolo con TODO lo HABIDO en el universo o universos, es algo así como sentir una picada de mosquito dividida entre toda la población humana y animal.
Para mí hay únicamente dos opciones para vivir en paz y feliz: aceptas el premio que te tocó, y luchas con él, o abandonas la nave terrenal para volver a la oscuridad del olvido donde las vanidades que ahorraste en este mundo terminan en un fin eterno, y solo quedará de ti en la Tierra lo que hayas dejado como herencia genética, que también gradualmente en otras etapas se irá al olvido haciendo que de ti no quede ni rastro de tu ADN en este lar terrenal. Por lo dicho el haber ganado el premio de la existencia es algo que no debe derramar lágrimas sino gozo, aunque la vida no te haya ofrecido cuanto hayas anhelado.